De cómo desorbitar las órbitas
Muévete un poquito más. Ello arde por dentro, adentro y en el centro. Suelta el camisón articulado de las órbitas, desengancha el tren de los robots. El secreto radica en moverse 360 grados en medio de la calle más atestada de gente como en la Chile o la Calama. Es gratis. Pronto habrá un gentío en círculo que querrá ver la mitosis de los núcleos, los trencitos de los ardientes, el hulla-lla, el big bang, el ying-yang- el caos ordenado, el alza de los precios de los zapatos o el canelazo, querrán establecer una ley sobre el recato y la movilidad de los huesos sin osteoporosis, que patatín-patatán-. Habrá ojos que te miren pensando que son ellos los que bailan, y profetas que dirán que lo observado es el observador y se unirán a ti. Se ha de impedir el paso con barandas y conos naranjas para anunciar que los bares han cerrado y una complicidad con la poli para requisar en la puerta a los menores de edad. Para sorpresa de los polis habrá una catarsis inquisitiva en la órbita de los jóvenes, al ver los círculos concéntricos explotando miles de engramas prehistóricos de la época de la Atlántida en su cuerpo: ello hará desorbitar las órbitas. Recordarán el origen de las galaxias mientras se unen teta y pecho, como reunir un puñado de arena y que flote por siempre, como decirle me gustas al de tu costado aunque sea una roca o te des cuenta que es el espejo reflejándote. Al final de la sesión se tomará lista sin cédula, con placas de humildad, por ejemplo: LOLO-EL DESPEINADO 746 o KACHUCHA-LA NORIA 1 incluso PICHUCHOS-LA FRONDOSA 430. De bienvenida se obsequiará un Amareto en forma de espejo en el cual reflejará tu iris desorbitado.
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