domingo, 19 de octubre de 2014

SHADOWRUN 1993 SNES

Shadowrun, Action RPG y cyberpunk en la SNES

La ambientación cyberpunk ha tenido larga y tendida representación en el mundo virtual. Casi todos los géneros del mismo hallan su correspondiente juego en esta corriente de la ciencia ficción, y por el contrario de lo que puede suponerse, el formato videojuego goza de su existencia desde mediados de la década del 80. Hacer un estudio profundo de esta corriente en los videojuegos es cuanto menos una tarea titánica, pero hoy desearía contarles sobre una pequeña parte de este vasto universo, más concretamente un género en particular: el RPG. Dentro del acervo popular, si lanzo una pregunta al aire, tal como: ¿Cuál fue el primer RPG basado en estética/ambientación/historia cyberpunk?, muy probablemente el lector ubique a System Shock (1994) como uno de los primeros en lograrlo de manera definida y de haber conseguido popularidad suficiente como para que se le recuerde por ello. Sin embargo, otras obras del RPG cyberpunk pueden analizarse antes de la salida de este juego, como la que estoy por comentar: Shadowrun, lanzado para la consola SNES (la versión de la que voy a hablar, existe uno para Megadrive y otro paraMega CD totalmente diferentes entre sí) en el año 1993. Fue realizado por la empresaBeam Software, luego rebautizada Krome Studios Melbourne por la adquisición del estudio australiano de Atari, y publicado por Data East (conocida distribuidora). Es toda una rareza, incluso llegando a considerarse como “juego de culto”, junto a otras grandes obras como ICOBeyond Good and Evil o Shenmue, entre otros.

El porqué de su rareza

Debemos considerar que, al momento de su publicación, muy pocas obras del cyberpunk habían explorado el género RPG, por no decir ninguna. Se debe considerar que en ese momento todavía gozaban de gran popularidad algunos juegos pertenecientes al género de la aventura gráfica, como el archiconocido Snatcher (1988), el increíbleRise of the Dragon (1990) o Dark Seed (1992). Si queremos centrarnos en las más conocidas obras del cyberpunk de ese entonces, nos encontraremos con el ya mencionado System Shock, perteneciente al RPG, o el alabado Syndicate (1993), aunque este último perteneciera al RTS. Algún que otro beat´em up se puede colar en la lista de juegos populares, como Robocop vs. Terminator (1993) e incluso algún Shot´em up como Last Resort (1992). Debemos remontarnos un año antes a la salida de System Shock para encontrar la primera muestra de RPG ambientado en el cyberpunk, aunque en el caso de Shadowrun, se tratara más bien de un Action RPG, lo cual eleva su cuota de rareza. Si consideramos también que es el único RPG cyberpunk de SNES, recordada por todos como una de las mejores consolas en cuanto al género se refiere (con el permiso de la primera PlayStation), podemos considerarlo una total singularidad para la época.

Otra de sus características, que explicaré en profundidad más tarde, es su mezcla de cyberpunk con el género de fantasía, al introducir como personajes criaturas humanoides provenientes de orcos, elfos y enanos, e incluso agregarle dragones a su estética futurista. Toda una novedad, que dentro del subgénero y en la época de la que hablamos, solo es igualada por BloodNet (1993), una aventura gráfica con toques de RPG para DOS que también toma elementos del cyberpunk, en el que sus personajes son vampiros.

Historia y referencias

La historia nos presenta al personaje Jake Armitage, despertando en una morgue de Seattle, luego de ser aparentemente baleado por un grupo de personas en la calle. No recuerda quien es ni a que se dedica, por lo que el periplo inicial nos lleva a querer averiguar su procedencia y su historia. Se nos presenta un futuro distópico, en el año 2050, en el cual las corporaciones son tan poderosas como los gobiernos mismos, y se hallan en constante guerra por el dominio de “Matrix” (me suena esta palabrita…), suerte de red mundial que controla los flujos de información. Dado que la guerra sucede tanto en la cibernética como en las calles, las distintas corporaciones contratan a mercenarios a sueldo para el trabajo sucio, conocidos como “Shadowruners” (perfecta alusión a los Blade Runner de la película homónima) que generalmente se hallan mezclados con las clases bajas de Seattle. Jake, entonces, debe averiguar qué ha pasado en este contexto, partiendo de dos pistas: un trozo de papel arrugado que halla en la morgue, y un “DataJack” o “Hackeador” averiado conectado a su cabeza…

Primero, hay que señalar que este juego está basado en el original Shadowrun, un juego de rol de mesa creado en el año 1989 por FASA, que lleva cuatro revisiones al día de hoy (aunque ya no se edita). La idea original de mezclar géneros tan dispares como el cyberpunk y la fantasía le pertenece a sus creadores, Bob Charrette, Paul Hume y Tom Dowd, que imaginaron un futuro dominado por las guerras ciber-espaciales, las redes informáticas, la ingeniería genética y la mezcla de hombre y máquina. A este contexto, se le añade el despertar de la magia a finales del siglo XX, lo que deriva en el resurgimiento de distintas razas (meta-humanos) en donde criaturas como elfos, orcos, trolls, gigantes y dragones se entremezclan con la raza humana y los problemas propios de la lucha por el control de la Matrix y de los estados surgentes. Además de esto, cabe destacar otras referencias que toma el juego para ambientarse, tales como la ya nombrada Blade Runner o la novelaNeuromancer (se homenajea este libro con el nombre del personaje), imprescindibles para el amante del cyberpunk.

Sistema de juego profundo, aunque algo confuso…

Hay que dividir la jugabilidad de Shadowrun en dos: por un lado, la parte rolera que todos conocemos, tanto en combate como en diálogos, y por el otro el hackeo del sistema. Las reglas sobre las que se basa el sistema de combates y habilidades son una simplificación del sistema utilizado en el rol de mesa, en donde solamente interviene cuatro estadísticas:HP, la “vida” de Jake, también referida como Stamina, fundamental para la supervivencia del personaje; MP, los puntos de magia, indispensables para realizar los hechizos del personaje; Karma, el equivalente a los “puntos de habilidad” que tantas veces hemos visto en RPG´s y que sirve para aumentar los atributos y las habilidades; y finalmenteNuyen, el dinero en el juego, importante para subir de nivel armas y armadura, y para contratar mercenarios.

Al mismo tiempo, cuatro atributos intervienen en el personaje: Body (determina la cantidad de HP de Jake), Magic (determina los MP de Jake), Strength (determina el armamento y la armadura que puede utilizar Jake) y Charisma (determina la cantidad de Shadowrunnners que podemos contratar en el juego).
Asimismo, el juego nos ofrece cuatro habilidades con las que evolucionar a nuestro personaje: Firearms (la puntería de Jake al momento de disparar), Computer(el poder de Hackeo de Jake), Negotiation(habilidad que nos permite reducir el precio para comprar ítems o contratar mercenarios) y Leadership (determina la cantidad de tiempo que un mercenario contratado luche a nuestro lado)
Como ya habrá notado el lector, es posible contratar mercenarios o Shadowrunnersdentro del juego, lo que aumenta mucho las posibilidades de personalización de las características de Jake. Podemos contratar un hacker de alto nivel para los momentos en la Matrix, o podemos contratar un guerrero para la lucha cuerpo a cuerpo, o un mago para los hechizos y las curaciones: el plantel de contratación es bastante amplio, pero siempre se verá truncado a la disponibilidad de dinero.
La cantidad de hechizos asciende a 6, algunos de extrema utilidad como Heal (curación), otros más centrados en combate como PowerBall, e incluso uno que nos permite el sigilo, como Invisibility. Hay un buen número de armas de fuego para equipar (10 en total), así como también armaduras (6 en total) e incluso elementos que aumentan nuestra pericia en el hackeo (los conocidos como Cyberware, un total de 5). En cuanto a la interfaz, cabe destacar que es inmensamente complicado acostumbrarse al control del personaje, dado que para moverlo podemos utilizar los direccionales, pero a la hora de la batalla o el análisis del entorno, debemos usar un cursor en forma de guante del que es bastante difícil adaptarse. El sistema de apuntado en el combate puede tornarse algo caótico en un principio, pero con el tiempo el jugador se acostumbra a él (a duras penas, eso si…). 
Los diálogos con NPC´s tienen un significado más que importante en este juego, ya que el sistema está diseñado bajo un árbol de diálogos, permitiéndonos “memorizar” palabras claves que luego usaremos en el devenir de la historia. Es importantísima la información que recaudamos con el correr del juego, tanto que es el elemento conductor de la misma y se ha puesto casi todo el énfasis en su adquisición y control. Esto, sumado a la gran cantidad de ítems diseminados por el mapa, necesarios para destrabar los eventos del juego, y a la cantidad de información que obtendremos del hackeo, hace que sea bastante frecuente perderse en el desarrollo, por lo que es usual recurrir a una guía para poder terminarlo.
La otra parte jugable, perteneciente al hackeo de sistemas, se representa en un minijuego que, para una descripción bastante aproximada, es parecido al “Buscaminas”. Una vez ingresados en las computadoras, seremos “transportados” a la Matrix, en donde los escenarios toman forma de cuadricula y es necesario atravesarlos para acceder a la información, para robar dinero o para deshabilitar la seguridad y demás opciones del escenario. Una vez controlemos al personaje en Matrix (puede ser Jake o uno de los mercenarios contratados), podremos desplazarnos por cada una de las cuadriculas, teniendo en cuenta que el sistema nos avisa la cantidad de “enemigos” que se hallan en las cuadriculas adyacentes (IC´s dentro del juego), con lo cual debemos decidir, antes de avanzar, si queremos atacar o no la cuadricula, a fin de no recibir un daño mayor cuando caigamos en ella. Cabe destacar que en ningún momento se nos dice donde se encuentran estos enemigos, por lo cual se convierte en un juego de deducción más que en un juego de habilidad. Para entender mejor este sistema, les propongo ver el siguiente video:
Puede parecer un sistema sencillo, teniendo en cuenta las pocas variables que entran en juego, pero no lo es: por el contrario, es un sistema profundo y difícil de manejar en su totalidad, en donde es importante el “upgrade” constante de armas, armaduras y características. A esto hay que sumarle la aleatoriedad de los enemigos en el escenario, lo cual permite (y hace indispensable) ganar el karma y el dinero necesario para terminar el juego sin mayores sobresaltos.

Excelente ambientación

Será que le tengo un aprecio especial al pixel añejo, pero las gráficas de Shadowrun son tremendamente buenas. Vemos representados en pantalla gran cantidad de objetos y NPC´s, cada uno de ellos con un detalle bastante alto y en su gran mayoría, con posibilidad de interactuar con ellos. Las calles y los edificios de Seattle están muy bien logrados, tanto en las gráficas como en el uso del color, para lograr ese ambiente under que hace tan especial al cyberpunk. Casas en ruinas, edificios corporativos, cementerios, puti-clubs y una variedad bastante grande de escenarios nos esperan, lo cual es de agradecer teniendo en cuenta que es un juego de 1993. Lo más destacable, es que se puede interactuar prácticamente con todo, en gran medida por que veremos implementos tecnológicos en todos los lugares que visitemos, al igual que cajones y archiveros, de los cuales es esencial extraer información. También cabe destacar que, al igual que veíamos en la época con Syndicate, los NPC´s se mueven libremente por el escenario, y además de eso, veremos cómo los vehículos circulan por las calles, dando una sensación de ciudad viva que muy pocos juegos de SNES han logrado con tanto impacto visual. Incluso he llegado a ver un helicóptero dando vueltas por ahí…

La música y los efectos de sonido son los que menos destacan en el juego, quizás por la costumbre de escuchar tantas buenas obras dentro del mundo del RPG. Incluso en SNES podemos encontrar bandas de sonido realmente épicas, pero ese no es el caso de Shadowrun, que simplemente cumple en este aspecto, presentándonos melodías similares al techno de antaño (parecido, pero no tanto, aVangelis). Los efectos de sonido también cumplen, si bien no son descollantes. Destacan las armas, en las que se nota un especial mimo.

Debo reseñar que, en cuanto a ambientación general, el juego nos hace recordar constantemente a otras obras del mundo del ocio. La vista cenital y las gráficas, por momentos, nos recordarán al clásico Fallout; mientras que los momentos de hackeo, bien pueden recordarnos a la película “Matrix”: si es que hasta en el momento inicial del hackeo, las letras son verdes…

En fin, una obra fundamental tanto para el amante del RPG como para el fanático del cyberpunk. El especial énfasis puesto en la ambientación y en la manera de conseguir información desprenden en todo momento lo que la historia quiere transmitir: que a pesar de tratarse de un Action RPG, los momentos de investigación y el control de la información son primordiales para el avance de la historia. Mención especial merece el último boss, cuyo sprite todavía recuerdo debido a su grandiosidad y a su peculiar forma (no me puedo contener al SPOILER: es un dragón, de los mejores de SNES). Esto, sumado al extraño pero eficiente agregado de la fantasía en sus personajes y en su historia, hace que este juego se gane con todas las letras el título de “juego de culto”. Muchas de las cosas que hemos visto en posteriores obras del cyberpunk, como Deus Ex o Final Fantasy VII(por nombrar algunas) ya podemos encontrarlas en esta pequeña joya del siglo pasado. Lo recomiendo y le guardo un grato recuerdo: aún a día de hoy, con las mejores gráficas y con la evolución natural de la industria, pocos juegos han despertado en mi una sensación tan magnífica como la que sentí al jugar a Shadowrun.

No hay comentarios:

Publicar un comentario