jueves, 24 de diciembre de 2015

344) Osho, El rebelde. LA SAL DE LA TIERRA





Siempre pensé que Osho era como la vagina caliente más famosa de los libros de autoayuda. Osho era la puta, la más rica, la más vendida, la más fragante. Siempre había un libro de él en todo lado. Eran libros de todos los tamaños, colores y sabores. Pensé que iba en la onda de la autoayuda de la peor calaña como Walter Risso, C, Sánchez o Coehlo. Pero no lo es, estoy hablando de su contenido, no de la persona. Con esa barba crecida, los ojos de violador y la gorrita de gurú, tardé muchos años, quince años en leer por primera vez uno de sus libros. No voy a hablar si fue o no un estafador, si se culeó a todas sus seguidoras y seguidores en una orgía o si alguien se la clavó. O-shi coleccionaba un montón de Roll Roice por puro gusto y que ganaba tanto dinero que tenía ashrams en todo lado. O-shi leyó veinte mil libros antes de ser Osho. No sé, ni me importa, eso es lo que dicen. Por mí, Osho puede haber sido la peor basura, me vale un comino quién fue. La gente siempre se preocupa de eso, siempre hay borregos que se interesan por ese tipo de cosas para condenar a la gente o seguirla.
No hay que seguir a nadie.
Tampoco condenarla.
Lo que me interesan son algunos libros. Son interesantes.
Este libro es uno de ellos y vale la pena reflexionar, porque autores como Osho son para que se te pare la verga y tengas relaciones con el poste de luz y sientas el placer de la luz, de la vida, para que amplíes tu conciencia, creatividad y sientas ser parte de la genialidad del Universo.
En este libro Osho habla de Zhorba el Buddha. Una mezcla entre el baile, la risa, la meada de la vida y la seriedad, interiorización, meditación del Buddha. De allí nace el Rebelde. La línea divisoria de toda dualidad, el camino del medio, del equilibrio. De estar jugando, pero al mismo tiempo en serio.
El rebelde transita el camino pateando toda clase de división, toda dualidad.
Zhorba es como un borracho, putañero, el que acuchilla a tu madre y colecciona cabezas de animales tiernos en su domicilio. Como Mr Hyde o Don Quijote.
Buddha en cambio es como un escritor-intelectual que dice que sus libros son inteligentes y luego renuncia a la literatura porque asegura con Normas Apa en mano que es demasiada inexacta y se dedica a elaborar bustos de yeso, mármol de Humberto Eco e imaginaciones exactas del pene de Thomas Pynchon para realizar una comparación Antroponeolinguística con el tamaño y complejidad de sus novelas.
Buddha significa el despierto, es el que ha despertado, el que por alguna razón o sinrazón se da cuenta de algo, pero no puede bailar como Zhorba. Se tienen que fusionar y pedir ayuda a Gokú para hacerlo.
El rebelde de Osho no se anda con medias tintas. Él es el artista de un presente y un futuro para el planeta Tierra. No está con ningún gobierno, país, convención social. No, él está solo. Él se calienta con el calor de su corazón en medio de la lluvia. Está dispuesto a morir por sus porquerías o joyas que anhela dentro de su rebeldía. De hecho la muerte le vendría bien al Zhorba el Buddha cuando ya haya manifestada su rebeldía.
El Zhorba el Budda es la antítesis de los revolucionarios, de todas las organizaciones políticas. Marxistas. Comunistas. Socialistas. Reformistas. Gobiernitas. El rebelde no estará con ellos. 
El rebelde verá cómo pierde el año en el colegio, universidad y reirá.
El rebelde verá las manifestaciones ante el gobierno de lejos y pasará de largo.
El rebelde verá cómo lo matan y dirá: chúpame la verga que no sabes lo que haces.
El rebelde inventará una religión al estiércol de pájaro siberiano.
El rebelde es un creador por naturaleza, está harto de ver destrucción, guerras, violencia en su sociedad, así que quiere crear. Él creará pase lo que pase.
No será parte de la carnicería de la muchedumbre, él será su propio fuego y su propio incendio.
El rebelde es un gran soñador, sueña con un mundo nuevo en una sociedad decadente. Nunca se sabe si tendrá razón, no tiene garantías de estar en lo cierto en su quimera, pero él simplemente hace su propio camino. Es su naturalidad y punto. Él tiene el corazón de león y rugirá aunque lo lleven al zoológico. 

OSHO LO EXPLICA MEJOR EN ESTAS DOS FRASES CACHONDAS:

EL NUEVO REBELDE ES UN GUERRERO, UN GUERRERO CONTRA TODO LO QUE ES EQUIVOCADO E INHUMANO.

EL NUEVO REBELDE SERÁ UN CREADOR; CREARÁ POESÍA, CREARÁ MÚSICA, CREARÁ ESCULTURA, CREARÁ CANCIONES. FUNDAMENTALMENTE CREARÁ UNA VIDA LUMINOSA AQUÍ EN ESTA TIERRA, NO DESPUÉS DE LA MUERTE, SINO AHORA.

EL REBELDE COGERÁ LA LLAMA DEL PODER Y TE LA METERÁ POR EL CULO. 

"bueno esa frase es mía"












domingo, 18 de octubre de 2015

LA CAMPAÑA LA GENTE HABLA CON DESCONOCIDOS, SAY HI TO STRANGER, MI SUEÑO HECHO REALIDAD.

           
           
         
         
          La gente no habla con desconocidos en los autobuses
           ¿La gente piensa en eso cuando se suben a un bus?
     Quisiera saber eso, porque esa pregunta me ha interesado muchos años.
       Nuestros padres, familiares nos han dicho que es malo hablar con desconocidos. Que nos pueden hacer daño. Nos podemos meter en problemas que no teníamos planeados. Pero yo pienso que es mucho más gratificante hablar con personas desconocidas diferentes a nuestro círculo social. No necesariamente para hacernos amigos de esa persona, sino para refrescar nuestro viaje, nuestro caminar. 
    La sociedad está envuelta en un egocentrismo tenaz generado por la tecnología de avanzada: celulares, ipods, internet, al igual que con las obligaciones asfixiantes del trabajo, la economía y los miles de problemas derivados por ese trajín. Cada persona piensa en lo suyo. No tiene tiempo para saber lo que le ocurre a su vecino. 
        Esta afirmación: La gente no habla con desconocidos en los autobuses, siempre está presente cada vez que me subo a un transporte público. Me alegro saber que no soy el único que piensa así, porque me parece que en todas las ciudades grandes se debería hacer una campaña para que la gente se anime a hablar con desconocidos. En Vancouver ya se hizo realidad mi sueño de esta campaña, se llama Say hi to a stranger con la maravilloso reto de conversar con cualquier desconocido en cualquier parte.
       ¿No creen que sería más sano que esta iniciativa se dé en las ciudades?, la sociedad no está integrada en lo social. Primeramente existen las clases sociales, ellas determinan muchas veces -aunque sea doloroso-, con qué personas y con qué personas no vas a entablar un círculo de amistad.
          Los pobres con los pobres.
          La clase media con la clase media.
          Los ricos con los ricos.
      Así de simple. Allí no queda la división. La sociedad está dividida por grupos urbanos, hinchas de fútbol, ideologías políticas, gustos musicales y miles de otras divisiones. Cuando una campaña de esta clase entra la sociedad se integra, existe la posibilidad de entablar nexos en común y no de separación. Se crea una otredad, una tolerancia de que cada uno somos diferentes, pero que tenemos mucho en común, mediante una comunicación abierta.
    Iniciativas como la de la joven londinense Amy Dicketts respondió al problema La gente no habla con desconocidos. Ella creó el Comute blog y allí cuenta sus historias:
       


Cuando Amy va en metro habla con sus compañeros de vagón, les hace fotos y cuenta sus historias, algunas de ellas tan fascinantes que nos hacen pensar en toda esa interesante y sorprendente información que flota a nuestro alrededor constantemente, pero a la que somos incapaces de acceder por pereza, vergüenza, miedo al rechazo u otras mil razones. En sus viajes en el suburbano londinense Dicketts ha conocido a un gay homosexual ruso, emo cuando era niño, que huyó de su país para evitar la homofobia; un dramaturgo embarcado en un proyecto de teatro intergeneracional en Hackney, en el que trabaja con mujeres de la tercera edad y chicas jóvenes; una mujer que padece de insomnio y que aprovecha las largas noches en blanco para escribir, una bailarina de burlesque o dos punkies que confiesan, sin rubor, ser admiradoras acérrimas de Beyoncé.  

    Qué creatividad nos estamos perdiendo por falta de estas campañas tan útiles en las ciudades. Con esto resolveríamos muchos problemas también: problemas de timidez, sociales, psicológicos. Aumentar la felicidad en la gente. Sacarlos de su mínimo círculo social para que abran los ojos a la ciudad y ven qué grande es la ciudad, qué historias nos estamos perdiendo y la vida sabrá menos ácida. Hay gente que se está muriendo de soledad, que todavía cree en el amor de dos y esas cosas. Qué bien haría más campañas de este tipo en las ciudades.
         Reducirían la inseguridad psicológica.
         Aumentarían la creatividad.
         Se generarán círculos sociales más heterogéneos.
         Se aumentará la felicidad urbana.
        Se aumentará la tasa de comunicación fuera de lo establecido en el círculo social. No medido todavía, pero de seguro un detonante de stress, depresión y la tasa de desempleo.
        Creo que hemos dado un gran cambio con la aparición de las redes sociales y es hora, hora de que creemos las redes sociales físicas, en la calle, en el bus, en nuestro barrio, porque aunque suene irónico nuestro avance en la tecnología nos está haciendo cada vez más excluidos, más solitarios en nuestro mundo virtual.

FUENTES:

DATOS Y LA PRIMERA FOTO QUE NO CONOCÍA SACADOS DE ACÁ:

HACER CLICK ACÁ:

Por qué SÍ deberías hablar con extraños



345) Los improductivos, 2014, Cristian Londoño Proaño. La sociedad del rebaño



    HEMOS DEJADO DE PENSAR POR NOSOTROS 
    Y HEMOS ENTREGADO NUESTRAS MENTES.
    POR LO TANTO SEGUIMOS AL QUE ESTÁ DELANTE
    DEL MODO MÁS EXTRAORDINARIAMENTE ROBÓTICO.
    -DAVID ICKE, EL REBAÑO ATURDIDO-, I AM ME, I AM FREE.

   Novela del quiteño Cristian Londoño Proaño que relata el declive de una sociedad futurista en la cual ha reinado un orden mundial llamada Sociedad Productiva. La gente de esta sociedad, -tan parecida a la actual-, prepondera lo útil que eres para ella. No hay lectores, artistas, escritores, soñadores. No. Se los ha tragado la Sociedad Productiva. Si quieres escalar a la cima del éxito tienes que ser un Operador, un Gerente, un Hacedor. Acá sólo existen los Ganadores, ser un Perdedor es la Muerte Literal. Si te apartas del rebaño tu cuerpo, tus órganos serán donados a la Ciencia.
     El protagonista de la novela trata como todos de hacer bien su trabajo, competir con los otros Operadores Bursátiles para ascender, para ganar puntos y llegar a ser un Hacedor. Se porta bien para subir en la escala del "éxito", obedecer lo que dice la Televisión Global. No se detiene a la conversación improductiva, eso le podría restar puntos de producción. Se debe comportar como un engranaje más de la sociedad para que pueda vivir sin problemas. Pero un día se ve enfrentado a la noticia que una mujer productiva desapareció de su edificio y desertó. 
    Acariciarse, tener sexo, y ser creativo es considerado un caso de improductividad. Para ello los tristes personajes de esta novela se drogan con el "Boxín" una especie de droga que da felicidad, algo parecido con la droga de Un Mundo Feliz de Aldoux Huxley.
     ¿Quién diablos va a ser feliz en una sociedad esclavizada?
     Claro. Tienen que embotar su conciencia.
     Tienen que drogarlos.
     Adormecerlos para que sigan en el rebaño y no protesten.
     Quien no reúna los puntos exactos de productividad será juzgado y retirado de la sociedad. Sería considerado un criminal.
     Es una sociedad parecida a la actual:
   Tenían rostros inmóviles con expresiones monótonas, tensas y ensimismadas. No tenían brillo en sus ojos. Iban y venían, venían e iban. Entraban y salían, salían y entraban.
    Es la sociedad del rebaño en sus últimas etapas. Drogada, culeada, por su misma mísera creación. La tecnología y la medicina está al servicio del poder. El Boxín será su caos. Su final. Su felicidad virtual será su caos.
     Lo interesante de la novela es el cambio de consciencia del protagonista, de su despertar de consciencia. Su nacimiento de rebeldía y coraje y de una maldita y puñetera vez ver qué rayos hará luego de escapar del Edificio Bursátil. ¿Se salvará?, ¿tendrá aliados?,  ¿encontrará rebeldes?, ¿podrá vivir?, ¿se morirá?
     

sábado, 17 de octubre de 2015

346) Salón de belleza, Mario Bellatín. El espejo invertido de Funes el memorioso

     






En esta historia de repente los habitantes de una ciudad X, afligidos por una peste mortal Y deciden terminar sus vidas, rechazados por sus familiares en un salón de belleza Z. 
Algo así es la sinopsis. Interesante. Lo realmente interesante de la historia es que las coordenadas X, Y, Z, nunca se especifican. Los silencios son más importantes de lo que se dice en una historia, recuerdo escuchar o haber leído en alguna parte. No recuerdo la verdad. Mario Bellatín parece que también es desmemoriado, pero a propósito. Él mismo lo ha confesado en sus entrevistas, esa cualidad natural o técnica fingida de ser un desmemoriado. Ser el espejo invertido Funes el memorioso de Jorge Luis Borges. Aquel cuento escrito en 1944, en el libro de cuentos Ficciones de Borges donde relata la historia de un hombre que no puede dormir y lo recuerda todo: pensamientos, objetos, charlas, imágenes, colores. 
Dicho esto, el espejo que existe en el salón de belleza de Mario Bellatin, es como una especie de dimensión paralela donde se genera muerte, aislamiento.
El dueño del salón de la belleza ama los espejos para olvidar y morirse.
Pero él no sabe por qué viene cada vez más gente a morirse. No, él sabe de peces de colores y acuarios con los cuales adorna su Moridero. También olvida o quiere olvidar a los médicos, las pastillas, amantes, enfermeras, monjitas, mujeres que quieren ayudar a los moribundos. No. No se permite eso en su Moridero. 
Acá sólo se permite gente moribunda. Nada de sanos, ni gente con alguna esperanza de vida.
Acá se viene sólo a Morir y a dejar Trabajar a la Señora Muerte.
Imagino a Jorge Luis Borges entrar a este salón de belleza. Entrar con su madre de la mano para que por favor lo deje morir, que no es que esté moribundo, sino que ya está cansado de la vida. ¿Le dejarían entrar? ¿o se moriría en el momento de ver ese misterioso espejo?
Imagino a Funes el memorioso entrar a este salón de belleza. Mirar cada expresión de agustia, dolor de los moribundos. Cada día con el terrible trabajo de almacenar cada muerte, cada último suspiro y mirar ya no la belleza sino un terror que sólo él sabría. 
¿Podría Funes cambiar la historia del salón de belleza? Recordarla tanto, ¿podría almacenar un aleph en su memoria que destruya el poder mágico del terrible espejo desmemoriado del salón de belleza?
Nadie lo sabe.
Bellatín ríe mirándose al espejo en la vida.
Borges llora por ver su reflejo en la muerte.


jueves, 15 de octubre de 2015

Carolina Chavate, renuncié y no me he muerto de hambre

Renuncié Y No Me He Muerto De Hambre

ilustración
Vía pinterest: Imagination por kelleybean86 su página es kmcmorris.com

Renuncié a mi trabajo y no me he convertido en un monstruo como Gregorio Samsa, estoy bien. De hecho, nunca me había sentido con tanta energía creativa y me parece que eso es bueno.
Creo que la mayor parte de eso que llamamos presiónsocial puede resumirse en una pregunta cotidiana: “¿En qué trabajás?, ¿Para quién o en dónde trabajás?” El mundo no está preparado para escuchar la respuesta de “haciendo realidad un sueño, un proyecto personal”, “obteniendo inspiración para mi libro”, “estoy creando una serie fotógrafica de lo que la gente pisa con la suela de sus zapatos”, “hago dibujitos y los publico en mis redes sociales”, “me gusta ir a ver pelis y después reseñarlas en mi blog”, “hago croché”, ”tengo un taller de vitrales en casa”, “toco el Ukelele”, “entrevisto gente en la calle”, “hago malabares”, “bailo”, “cocino y experimento con alimentos”, o “viajo y cuento historias del movimiento del mundo”.
NO.
El mundo no está preparado para escuchar que tenés escrita una lista de objetivos idealistas, aunque sean específicos, medibles, alcanzables, aunque tengan sentido y significado; y que además estés tratando de tachar punto por punto de esta lista. El mundo además cree que esa es la opción fácil, cuando en realidad cuesta y cuesta desde adentro porque la verdad es que para ese mundo, es más fácil complicar que simplificar.
Me cuesta creer que haya gente de mi edad que sigue soñando con jubilarse para dedicarse a aquello para lo que nació cuando tenga prescripción médica para enfermedades derivadas del estrés de todauna vida, pantuflas y por fin libere la hipoteca de una casa llena de cosas inútiles que no podrá llevarse a la tumba. ¿Por qué seguimos viviendo como si fuera a haber tiempo siempre? (una vieja pregunta).
Ayer por ejemplo estuve caminando por el centro y curiosamente en diferentes momentos, me encontré con tres amigos. Todos de escalas socioeconómicas diferentes (así nos miden ¿no?). Uno es vendedor ambulante de peliculas (tiene las mejores siempre) , otro es profesional, talentoso y empleado. El tercero, un gerente de un importante lugar de la ciudad.  Eran las 5:30 pm y los tres estaban devastados, ojos rojos, lentos, torpes. No eran lo que yo he conocido de ellos. Por supuesto me hicieron espejo, me ví a mi misma hace meses, secándome.
Cuando estamos ocupados nos volvemos estúpidos, estoy convencida de que las mejores ideas, proyectos y la mejor versión de nosotros mismos surge cuando nos regalamos tiempo… y esto es raro porque nacemos con tiempo pero malvendemos las horas de nuestra vida a empresas y a proyectos en los que no creemos y cuyos valores no compartimos.
En la edad media, el Feudalismo decía que teniamos que poseer tierra para ser felices, luego vino la era industrial inventando necesidades que comprar para alimentar el capital y hacernos sentir miserables sino lo teníamos y ¿ahora? No soy yo la única que siente que las cosas están cambiando, ésta generación tiene muchas cosas qué decir.
SER + HACER +TENER = NACER + ESTUDIAR + TRABAJAR + COMPRAR +REPRODUCIRSE +MORIR
Todos los días leo posts, tuits o converso con amigos y me convenzo de que resulta extremedamente complicado obtener éxito/felicidad/satisfacción o que nos vaya bien, haciendo algo que no amamos. Yo creo que no hemos venido a este mundo a hacer cosas que odiamos a cambio de unos cuantos pesos, sería pedirle demasiado poco a la vida, y eso es algo que la muerte súbita de tres seres queridos me ha enseñado.
Tampoco es justo dejar de hacer algo que amamos por dinero y para ello hay que estar muy conectado con los pocos deseos, deben ser pocos,  que nos son esenciales. (Ahora parezco Coelho… perdón, es lo que me atraviesa en este momento y este es mi blog).
Hace meses escribí una historia para una revista que me remuneró económicamente por ello. No pude estar más feliz y lo tomé como una señal. El editor, a quien admiro muchísimo, me reseño como “escritora colombiana”. Lo que me sorprendió de esto es que alguien muy cercano a mí me dijo que era una pretenciosa, que yo no era escritora “tenés que poner que sos abogada, ese es tu título” ¿Abogada? pero si yo no ejerzo, ¿Qué dirían los realmente abogados de alguien como yo?
Voy a cumplir 27 y tengo varios diplomas de los cuales uno o dos me hacen sonreír. Al mirarlos comprendo que el oficio (hermosa palabra) no nos lo da nuestro título. El oficio, nos lo da nuestro talento. Escribir, para mí es una forma de respirar, no son solo signos de colores que se escurren en una página, no es solo seguir llenándo libretas Moleskine compulsivamente.
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{Gracias, a vos que seguís leyéndome}
Hace poco leí que lo único que necesitamos para convertirnos en artistas (léase Escritores) es la capacidad de asombro. He dedicado estos últimos días a salir a buscar  lugares y personajes que habitan el mundo para encontrar así aquello que nos hace sentir vivos…a todos.
Tengo un mantra: IR, VER, ESCRIBIRLO.
Entonces, ¿No soy escritora? o ¿tengo que ganarme el premio Alfaguara, un nobel, y esperar a que alguna editorial me haga digna de ser explotada por las regalías de un libro para que después me entrevisten y algún círculo de intelectuales me destroce? o ¿Puedo seguir autopublicándome,  escribiendo por encargo y seguir creando con confianza y disciplina? El mundo necesita seres que pongan su talento a circular en este proyecto colectivo que se llama planeta tierra.  Así vibra la cosa, nada es original pero vale la pena poner al servicio de los demás esas pequeñas cosas que bien enfocadas nos hacen únicos y así ir desarrollando y perfeccionando lo que amamos hacer.
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¿Y esto cómo para qué o qué?
Para vivir. El dinero llegará como consecuencia, como valor o señal de que  le estamos  aportando algo al mundo o a la sociedad a la que elijamos pertenecer. Esto hasta el más racional lo sabe, el dinero fluye y como se va, vuelve. Después de todo el dinero es, lo que hagamos con él. Algunos aún sueñan con acumularlo… yo creo que en ese sentido, es más importante la creatividad que el dinero.
Me quedo con esa frase que le escuché a Pepe Mujica, uno va haciendo suyas algunas frases, “Cuando tú compras con plata, no compras con plata, compras con el tiempo de tu vida que tuviste que gastar para ganar esa plata” … hay que escuchar a los sabios.
Así que la próxima vez que alguien me pregunte ¿ En dónde trabajás o a qué te dedicás?  voy a responder soy escritora… freelance.
SERVICIOS DE ESCRITURA CREATIVA, A LA ORDEN
(Cuando nos sentimos RESPONSABLES, INSPIRADOS y COMPROMETIDOS nada puede salir mal… es otro mantra)

347) El cementerio de los elefantes, Tonchy Antezana. Homenaje a Víctor Hugo Viscarra.


El cementerio de elefantes de acuerdo con la mitología africana
era un lugar ubicado en África en donde se creían iban a pasar sus
últimos días los elefantes moribundos.
El lugar se buscó durante el siglo XIX por el supuesto marfil
que se encontraría en aquel fantástico lugar.

Film boliviano que relata la vida de Juvenal, alcohólico que comenzó a beber desde los 14 años hasta los 33 años. A esa edad decide irse -para siempre- al cementerio de los elefantes, Una especie de cantina para bebedores. Para beber hasta morir.
Quien ha leído algún libro de Víctor Hugo Viscarra sabrá que esto es un homenaje al escritor boliviano Victor Hugo Viscarra, quien también -como el personaje- bebió hasta morir.
 Película con saltos de escena rápidos a manera de un thriller angustioso. Rápido. Palpitante. Recorre los barrios más olvidados de La Paz, Lugares donde la muerte está a la vuelta de la esquina.
Juvenal cuenta su historia desgarradora. Nunca conoció a su verdadero padre. Hijo de la pobreza y de la violencia se refugia en el alcohol, en sus tabacos. Su última salida es el vicio para calmar sus penas.
Juvenal se hace una pregunta una y otra vez: el destino lo hace uno mismo o ya está marcado.
La respuesta está a lo largo de la película. A sus 33 años, la edad de Cristo, deambula por las calles buscando una respuesta. Salir de su quebrada moral o aceptar su destino, irse a morir de una vez por todas. Irse a morir como muerto viviente a un cementerio.
Es una película donde los términos se tuercen de una manera poética. Juvenal se va al Suite Presidencial, un cuarto oscuro donde se emborracha y olvida sus recuerdos hasta matarse. Es el presidente de su propio mundo, con baldes de traguito y sus recuerdos atormentados; aunque uno que otro feliz como su cumpleaños de los nueve y el grupo de su juventud: Los Haraganes. Grupo de supervivencia, de latrocinio, joda y amistad.
Película sin moral, ni moralejas, como una buena historia.
Cada vez que avanza la película se vuelve más interesante.
Cada vez que avanza la borrachera de Juve parece que se acaba su vida.
Su último trago.
Que cada espectador se identifique o condene a Juvenal. A su destino o a sus decisiones.
Juvenal se va por la poesía de su vida, historia y muerte.
Final terrible, para llorar.
Salud.

Acá la película:



miércoles, 14 de octubre de 2015

348) Historia de Ricky, Ngail Kai Lam, 1991. El gokú de los fracasados.


Una de mis películas favoritas; de aquellas películas que por alguna extraña o evidente razón vuelves a ellas, como un refugio, un alivio, una diversión, un suspiro, un arte. Y no te cansas y no te cansas y no te cansas. Lo tiene todo. Malas actuaciones, descaro, tripas, sangre, incorrecciones políticas, miradas de fuego, y un estilo inconfundible de cada personaje. El estilo, ese estilo marcado de Ricky Oh y esa rabia y ese coraje es merecedor al Oscar de las películas llamadas Películas Serie B, palabritas tan elitistas dentro del cine. Ya lo dijo el gran Lloyd Kaufman, el padre de las películas Troma: no existe películas Serie B, sino de bajo presupuesto, eso es como una ofensa. Lo que importa en las películas es hacerlas con el corazón y esta película es un perfecto ejemplo de ello.
La sinopsis según filmaffinity es:
Basada en el manga Riki-Oh, la acción transcurre en el año 2001 cuando Ricky es enviado a una prisión futurista por equivocación. Allí, no puede controlar su ira ante el cruel trato que los presos reciben de Cobra, un malvado guardián cuyos compinches son los peores elementos de la prisión. Cuando Ricky empieza a investigar, sus amigos aparecen brutalmente apalizados y habiendo sido torturados hasta morir. (FILMAFFINITY)
Ricky Oh. Es como el Gokú de los fracasados. De los mierdas. De los parias. De los sin oportunidad. De los presos. De los débiles. De los del último suspiro.
El inicio de la película es maravilloso. Con una melodía extraña, que martillea y un fondo azul da la bienvenida a la buseta donde llevan a los presos. Ese color del inicio es un suspiro. Es hipnotizante. Bestial. Todavía no sé por qué cada vez que miro el inicio me da esa sensación de estar en otro mundo, de transportarme fuera de la realidad, a mirar a un superhéroe, al ídolo de los fracasados y humillados. De los que tiene una fuerza interior, un coraje, una fuerza. Ricky oh no sólo es fuerte físicamente sino interiormente. La cárcel futurista lo pone a prueba.
Esta película es una rareza, que con el paso del tiempo ha ido ganando más seguidores.
Hace siete años que la miré por primera vez en You Tube no alcanzaba ni las diez mil reproducciones.
Hoy, 2015 alcanza las 19 millones y más reproducciones.
Unos la ven por morbo, por la cantidad de sangre y peleas que hay.
Otros por su extraño arte, como una mierda muerta fea mala más.
Una de las películas más divertidas que he visto jamás. El guión es malo, sin patas ni cabeza, las actuaciones son malas, la historia es inverosímil; aún así todo ello compensa su historia fantástica. Y sus personajes inolvidables, risibles.
Un final a lo Gokú de los Fracasados.
Te quedas con la boca abierta y con un Nudo en la Garganta de lo Maravilloso que es. jajaja. chao. acá está la película:
                           




sábado, 10 de octubre de 2015

349) Bukowski, te están jodiendo, Pedro Gil, 2015. Bukowski, me están jodiendo.


No escribo para salvar el mundo
escribo para salvarme a mí mismo.
Chinaski

Libro de poemas de Pedro Gil. Está dedicado a su hermano Ubaldo y para su maestro de talleres Miguel Donoso Pareja. Se lo puede leer de una sentada. De un viaje de La Marín a la Universidad Central. Pero para poderlo escribir Pedro Gil se ha tomado casi toda su vida. No son poemas técnicos, tan elaborados, sino cargados de experiencia. Casi rayando en lo que algunos teóricos de la poesía española de finales de 1980 han llamado "la poesía de la experiencia"; como una canción, un bolero, un pasillo, o quizá los consejos de un amigo dentro de un bar atestado, en el bar de la poesía, emborrachándose con sueños y retos y desafíos y peleas internas. 
Bukowski peleó al igual que Pedro Gil.
Poetas duros, según ellos. Nadie les cree, pero igual, así es la poesía.
Poetas duros, según ellos. Pero la poesía salva. Escribir salva. Una maldición que salva.
Dice Pedro Gil y Bukowski y Lispector y yo.
Una bendición maldita.
Su libro comienza con una autobiografía poética Las edades en la cual cuenta qué cuándo y por qué de sus notas poéticas. Lo que le marcó, soñó y perdió. 
El Rimbaud ecuatoriano a los 17, según él.
En cada poema hay un entremés de una pintura de Stornaiolo, su pana.
Sigue confesando sus pesadillas y sinsabores en los siguientes poemas. Sobre las drogas y sus amores poéticos. Se mea con mucho amor y orina caliente en San Valentín en su poema Oración por la mujer a un drogadicto dedicado a María Isabel: Que el amoroso San Valentín lleve regalos a dulces putas y que no permita que los chulos las golpeen, que este día las damas sean amadas por los maridos infieles que San Cupido lance flechazos bondadosos a las lesbianas amorosas a los homosexuales amorosos.
Cuando leí por primera vez el poema Bukowski, te están jodiendo me dije por qué no cambió ese título a Bukowski, me están jodiendo. No creo que lo estén jodiendo al finado Hank. Le están jodiendo en vida a Pedro Gil. 
Pedro Gil, te están jodiendo. Pilas. Pilas con esos remedos de poetas, que se dicen poetas y en verdad están robando aplausos y homenajes y pleitos por face. Que yo soy poeta reconocido y tú no Pedro. Que yo soy titulado y tú no Pedro. Que yo soy premiado y tú, dime un premio tuyo. Diga. Diga. 
Pedro Gil les responde porque no se trata de una competencia de borrachos, porque borracho es cualquiera, porque beben dos días citan versos tuyos, arman una pelea, dan y reciben bofetadas de niña, buscan el reconocimiento y no la creación, y no son reales y no son reales y no son reales, Hank, no nacieron para robar la rosa roja de la avenida de la muerte, sí nacieron para robar las tarjetas de crédito a papi, llamar a mami para que los recoja en las madrugadas mediocres, si llegan a entrar en la cárcel se los culean, repito, primero ser famosos luego ser escritores, sueñan con eso, humildes narcisistas, enamorados de sus vómitos, zorras y zorros subiendo en la internet sus abortos, muchachas y muchachos proclamando sus putadas, sus mariconerías, creyéndose inventores del agua tibia.
Su hermano, ya muerto, lo acompaña a lo largo de todo su libro. Lo compara con el mar, y lo reconoce en un Callejón de la Muerte. Lo entierra y lo entierra y lo entierra con poesía.
Es un libro con dedicatoria a los poetas, ya no malditos, sino -según el poema Madre de las calles-. poetas malitos: Dice que soy Malo en las calles, que he puteado a la Madre de las calles, que soy Malo en la cama, pero tú eres Malísimo en la poesía.
Un libro de poesía que no debería ser juzgado por su lenguaje sino por su contenido. Se escriben decenas de libros de poesía en Ecuador sin garra, sin fuerza, sin arrojo.
Libros de poesía sin fuego.
Tristes. Tristísimos.
Que hablan de golondrinas.
Que hablan de palomas.
Que hablan de ángeles.
Tristes. Tristísimos.
Incomprensibles.
Inconexos.
Intelectuales.
Aburridos.
Tan delicados y estéticos y blandos como la mierda.
Como diría Bukowski en su libro El Capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco:
Y como escritor... ¿lo soy? Ah, bueno. Como escritor, tengo problemas para leer las cosas que escriben los demás. No me dicen nada. Para empezar, no saben cómo poner una línea, un párrafo, en la página. No tienes más que mirar el texto impreso, de lejos, y ya te parece aburrido. Y cuando te acercas y lo lees, es peor que aburrido. No tiene ritmo. No tiene sorpresa, ni frescura. No tiene riesgo, ni fuego, ni jugo. ¿Qué es lo  que están haciendo? Parece un trabajo duro. No me sorprende que la mayoría de los escritores afirmen que les resulta doloroso escribir. Eso lo puedo comprender.
Más allá de la poesía de Pedro Gil está la imagen de su vida. Su referente de lanzarse sin paracaídas al arte. Su capacidad de rugir sin ser borrego. Borrego que ladra no muerde. 
Pedro Gil se confiesa en este libro.
Una confesión real. Sin ambages. Directa.
Sea malo, sea bueno, que los poetas Invitados al Festival de la Lira lo juzguen.








350) La muerte de la familia, David Cooper. Yo no Elegí esta Familia.





Manifiesto político y revolucionario del psiquiatra Sudafricano David Cooper.
Líder del movimiento de la antisiquiatría junto con R.D Laing, Thomas Szasz y Michael Focault.
Manifiesto brutal de 1971 cuyas ideas de la eliminación de la familia retumban hasta el día de hoy.
Cooper ve a la familia como una mini sociedad donde se extiende la explotación psicológica y que aliena y corta la libertad del individuo en el entorno capitalista en el que vivimos.
La supuesta Familia Feliz -Familia Burguesa es un engaño porque detiene la Evolución del individuo dentro de una Familia. Para Toda La Vida. En la enfermedad, salud y muerte y tumba.
La Familia actúa como medio para desarrollar el Poder Jerarquizante, la Clase Dominante, las estructuras sociales MADE IN FABRICA: sindicato, escuela, colegio, universidad, iglesia, partidos políticos, aparato del estado, fuerzas armadas, patrias y psquiátricos.
Padre.Falo Masculino.
Madre. Falo Masculino.
Hijos. Penetrados por la Cabeza y por el Culo.
Yo no Elegí esta Familia. No, no elegiste, pero la Familia que te ha tocado eres Tú. Aguanta.
La obligación social de pertenecer a una familia detiene la mayor parte de una experiencia más libre y elimina la espontaneidad y fluidez de las diversas, Millones de maneras de que pueda desarrollarse un individuo.
Serán borregos pero no Estiércol de Pájaro Siberiano. Marcas de Fábrica No Únicos e Irrepetibles.
¿Quién soy? Eres tu familia, tu sociedad. Tú no existes así que no hagas preguntas tontas.
Cada uno de nosotros somos miembros suyos.
Física y Psicológicamente. Seremos Bien Criados o Mal Criados de acuerdo a sus Leyes.
Tu soledad no es tuya.
Tus pensamientos tampoco.
Tu rostro tampoco.
Vamos babys lloren y hagan berrinche. Mi cielo está encenizado y no puedo ver la lluvia, quiero que me moje la carita para salir al mundo y sonreír con una carita mía. Parece que no es posible, ¿o no mi cielo?
¿Existirá allá fuera en el cosmos familias en las que puedas entrar 5 minutos y entrar en otra por otros 5 minutos?
¿Existirán los espejos cóncavos de la familia? ¿Seremos parte de 60 familias en una hora?
Somos muchos. 
Morimos muchas veces. 
Cooper está muerto. 
La psiquiatría vive.
La antisiquiatría muere. 
Los manicomnios viven. 
Las comunidades mueren. 
Los policías viven. 
Los artistas mueren.
Los administradores de la ley ríen. 
Los alegren de corazón lloran.
Nuestra soledad no es nuestra. 
La familia incita al conformismo, a la normalidad, a socializar con la misma gente, a hablar de lo mismo, a derrumbar sonrisas sin fuego, miradas endemoniadas.
Cooper soñó con la muerte de la familia. ¿Se acabará algún día?
Hoy Año 2015, el Papa sigue Endiosando a la Familia. Y mira qué santico es el Papa Francisco, el tan familiar, el tan buenito. Pero 0 de ideas revolucionarias como muchos creen. Si tuviera ideas de revolución como Cooper, Tesla o Reich ya lo Habrían culeado como a Cristo.
Cooper señala que la Familia No es Necesaria, pero Sí La Maternidad y la Paternidad.
Familias son la gente que comparten tu vida, te enseñan cosas, te aman, y digo FAMILIAS porque pueden ser muchas algún día. No necesariamente son los que comparten Tu Sangre.
LA SANGRE ES MÁS ESPESA QUE EL AGUA ÚNICAMENTE EN EL SENTIDO DE QUE ES EL TORRENTE VIVIFICANTE DE UNA IDUDABLE ESTUPIDEZ SOCIAL.
Vamos mis queridos babys. La familia no tiene que ver con la sangre, sino con la gente a quien aprecias, a quien sonríes con el corazón, con quien te sientes feliz, en las nubes con ganas de largarte con ellos a ciudades cósmicas y violar a cien alienígenas en bikini en alguna estrella donde exista el planeta CULEAR.
CULEO DE CORAZÓN. CULEO DE ALMAS Y ESPÍRITUS. QUE SEA LIBRE LA NUEVA FAMILIA DEL FUTURO. EN LOS MUNDOS PLANETAS LIBRES.
ROMA SERÁ COSA DEL PASADO Y ENTRAREMOS A LA ERA DEL AMOR.
EN LA ERA DE AMORDISCOS.
PODREMOS CASARNOS CON NOSOTROS MISMOS.
DIOS SE CULEARÁ A LOS PAPAS EN LA FAMILIA DEL CIELO!!!!!!!!!!!!!!!!!!




lunes, 5 de octubre de 2015

Carta a un joven escritor-a, Arturo Pérez Reverte.

Arturo Pérez Reverte 

I

Pues sí, joven colega. Chico o chica. Pensaba en ti mientras tecleaba el artículo de la semana pasada. Recordé tus cartas escritas con amistad y respeto, el manuscrito inédito -quizá demasiado torpe o ingenuo, prematuro en todo caso- que me enviaste alguna vez. Recordé tu solicitud de consejo sobre cómo abordar la escritura. Cómo plantearte una novela seria. Tu justificada ambición de conseguir, algún día, que ese mundo complejo que tienes en la cabeza, hecho de libros leídos, de mirada inteligente, de imaginación y ensueños, se convierta en letra impresa y se multiplique en las vidas de otros, los lectores. Tus lectores.

Vaya por delante que no hay palabras mágicas. No hay truco que abra los escaparates de las librerías. Nada garantiza ver el fruto de tu esfuerzo, esa pasión donde te dejas la piel y la sangre, publicado algún día. Este mundo es así, y tales son las reglas. No hay otra receta que leer, escribir, corregir, tirar folios a la papelera y dedicarle horas, días, meses y años de trabajo duro -Oriana Fallacci me dijo en una ocasión que escribir mata más que las bombas-, sin que tampoco eso garantice nada. Escribir, publicar y que tus novelas sean leídas no depende sólo de eso. Cuenta el talento de cada cual. Y no todos lo tienen: no es lo mismo talento que vocación. Y el adiestramiento. Y la suerte. Hay magníficos escritores con mala suerte, y otros mediocres a quienes sonríe la fortuna. Los que publican en el momento adecuado, y los que no. También ésas son las reglas. Si no las asumes, no te metas. Recuerda algo: las prisas destruyeron a muchos escritores brillantes. Una novela prematura, incluso un éxito prematuro, pueden aniquilarte para siempre. Lo que distingue a un novelista es una mirada propia hacia el mundo y algo que contar sobre ello, así que procura vivir antes. No sólo en los libros o en la barra de un bar, sino afuera, en la vida. Espera a que ésta te deje huellas y cicatrices. A conocer las pasiones que mueven a los seres humanos, los salvan o los pierden. Escribe cuando tengas algo que contar. Tu juventud, tus estudios, tus amores tempranos, los conflictos con tus padres, no importan a nadie. Todos pasamos por ello alguna vez. Sabemos de qué va. Practica con eso, pero déjalo ahí. Sólo harás algo notable si eres un genio precoz, mas no corras el riesgo. Seguramente no es tu caso.

No seas ingenuo, pretencioso o imbécil: jamás escribas para otros escritores, ni sobre la imposibilidad de escribir una novela. Tampoco para los críticos de los suplementos literarios, ni para los amigos. Ni siquiera para un hipotético público futuro. Hazlo sólo si crees poder escribir el libro que a ti te gustaría leer y que nadie escribió nunca. Confía en tu talento, si lo tienes. Si dudas, empieza por reescribir los libros que amas; pero no imitando ni plagiando, sino a la luz de tu propia vida. Enriqueciéndolos con tu mirada original y única, si la tienes. En cualquier caso, no te enfades con quienes no aprecien tu trabajo; tal vez tus textos sean mediocres o poco originales. Ésas también son las reglas. Decía Robert Louis Stevenson que hay una plaga de escritores prescindibles, empeñados en publicar cosas que no interesan a nadie, y encima pretenden que la gente los lea y pague por ello.

Otra cosa. No pidas consejos. Unos te dirán exactamente lo que creen que deseas escuchar; y a otros, los sinceros, los apartarás de tu lado. Esta carrera de fondo se hace en solitario. Si a ciertas alturas no eres capaz de juzgar tú mismo, mal camino llevas. A ese punto sólo llegarás de una forma: leyendo mucho, intensamente. No cualquier cosa, sino todo lo que necesitas. Con lápiz para tomar notas, estudiando trucos narrativos -los hay nobles e innobles-, personajes, ambientes, descripciones, estructura, lenguaje. Ve a ello, aunque seas el más arrogante, con rigurosa humildad profesional. Interroga las novelas de los grandes maestros, los clásicos que lo hicieron como nunca podrás hacerlo tú, y saquea en ellos cuanto necesites, sin complejos ni remordimientos. Desde Homero hasta hoy, todos lo hicieron unos con otros. Y los buenos libros están ahí para eso, a disposición del audaz: son legítimo botín de guerra.

Decía Harold Acton que el verdadero escritor se distingue del aficionado en que aquél está siempre dispuesto a aceptar cuanto mejore su obra, sacrificando el ego a su oficio, mientras que el aficionado se considera perfecto. Y la palabra oficio no es casual. Aunque pueda haber arte en ello, escribir es sobre todo una dura artesanía. Territorio hostil, agotador, donde la musa, la inspiración, el momento de gloria o como quieras llamarlo, no sirve de nada cuando llega, si es que lo hace, y no te encuentra trabajando.

II

Hablábamos el otro día de maestros: autores y obras que ningún joven que pretenda escribir novelas tiene excusa para ignorar. Ten presente, si es tu caso, un par de cosas fundamentales. Una, que en la antigüedad clásica casi todo estaba escrito ya. Echa un vistazo y comprobarás que los asuntos que iban a nutrir la literatura universal durante veintiocho siglos aparecen ya en la Ilíada y la Odisea -relato, éste, de una modernidad asombrosa- y en la tragedia, la comedia y la poesía griegas. De ese modo, quizá te sorprenda averiguar que el primer relato policíaco, con un investigador -el astuto Ulises- buscando huellas en la arena, figura en el primer acto de la tragedia Ayax de Sófocles.

Un detalle importante: escribes en español. Quienes lo hacen en otras lenguas son muy respetables, por supuesto; pero cada cual tendrá en la suya, supongo, quien le escriba cartas como ésta. Yo me refiero a ti y a nuestro común idioma castellano. Que tiene, por cierto, la ventaja de contar hoy, entre España y América, con 450 millones de lectores potenciales; gente que puede acceder a tus libros sin necesidad de traducción previa. Pero atención. Esa lengua castellana o española, y los conceptos que expresa, forman parte de un complejo entramado que, en términos generales y con la puesta al día pertinente, podríamos seguir llamando cultura occidental: un mundo que el mestizaje global de hoy no anula, sino que transforma y enriquece. Tú procedes de él, y la mayor parte de tus lectores primarios o inmediatos, también. Es el territorio común, y eso te exige manejar con soltura la parte profesional del oficio: las herramientas específicas, forjadas por el tiempo y el uso, para moverte en ese territorio. Aunque algunos tontos y fatuos lo digan, nadie crea desde la orfandad cultural. Desde la nada. Algunas de esas herramientas son ideas, o cosas así. Para dominarlas debes poseer las bases de una cultura, la tuya, que nace de Grecia y Roma, la latinidad medieval y el contacto con el Islam, el Renacimiento, la Ilustración, los derechos del hombre y las grandes revoluciones. Todo eso hay que leerlo, o conocerlo, al menos. En los clásicos griegos y latinos, en la Biblia y el Corán, comprenderás los fundamentos y los límites del mundo que te hizo. Familiarízate con Homero, Virgilio, los autores teatrales, poetas e historiadores antiguos. También con La Divina Comedia de Dante, los Ensayos de Montaigne y el teatro completo de Shakespeare. Te sorprenderá la cantidad de asuntos literarios y recursos expresivos que inspiran sus textos. Lo útiles que pueden llegar a ser.

La principal herramienta es el lenguaje. Olvida la funesta palabra estilo, burladero de vacíos charlatanes, y céntrate en que tu lenguaje sea limpio y eficaz. No hay mejor estilo que ése. Y, como herramienta que es, sácale filo en piedras de amolar adecuadas. Si te propones escribir en español, tu osadía sería desmesurada si no te ejercitaras en los clásicos fundamentales de los siglos XVI y XVII: Quevedo, el teatro de Lope y Calderón, la poesía, la novela picaresca, llenarán tus bolsillos de palabras adecuadas y recursos expresivos, enriquecerán tu vocabulario y te darán confianza, atrevimiento. Y una recomendación: cuando leas El Quijote no busques una simple narración. Estúdialo despacio, fijándote bien, comparándolo con lo que en ese momento se escribía en el mundo. Busca al autor detrás de cada frase, siente los codazos risueños y cómplices que te da, y comprenderás por qué un texto escrito a principios del siglo XVII sigue siendo tan moderno y universalmente admirado todavía. Termina de filtrar ese lenguaje con la limpieza de Moratín, el arrebato de Espronceda, la melancólica sobriedad de Machado, el coraje de Miguel Hernández, la perfección de Pablo Neruda. Pero recuerda que una novela es, sobre todo, una historia que contar. Una trama y una estructura donde proyectar una mirada sobre uno mismo y sobre el mundo. Y eso no se improvisa. Para controlar este aspecto debes conocer a los grandes novelistas del siglo XIX y principios del XX, allí donde cuajó el arte. Lee a Stendhal, Balzac, Flaubert, Dostoievski, Tolstoi, Dickens, Dumas, Hugo, Conrad y Mann, por lo menos. Como escritor en español que eres, añade sin complejos La regenta de Clarín, las novelas de Galdós, Baroja y Valle Inclán. De ahí en adelante lee lo que quieras según gustos y afinidades, maneja diccionarios y patea librerías. Sitúate en tu tiempo y tu propia obra. Y no dejes que te engañen: Agatha Christie escribió una obra maestra, El asesinato de Rogelio Ackroyd, tan digna en su género como Crimen y castigo en el suyo. Un novelista sólo es bueno si cuenta bien una buena historia. Escribe eso en la dedicatoria cuando me firmes un libro tú a mí.

351) El desbarrancadero, Fernando Vallejo. 2001. El Bing bang de su escritura.






“De la posteridad no esperes nada, unas flores si acaso, en tu ataúd, con las paletadas en el entierro, y después polvo de olvido”.
Fernando Vallejo


      Vallejo en su máxima expresión. Sin concesiones, crudo y con una fuerza tremenda. Su personaje autobiográfico relata la decadencia de su Hermanito, Darío, él está enfermo de Sida. Vive en una familia llena de hijos, comandado por La Loca, quien no tuvo el decoro de seguir pariendo. Quien entra en la literatura de Vallejo por primera vez puede salir muy afectado por este libro. Es como un golpe de iceberg. Seco. Que duele. Que hace efecto como la buena literatura, y te deja pensando durante varios días. 
      Lo que no me enganchó del todo fue su falta de tópicos nuevos. Vallejo siempre recae en lo mismo: la pobreza de su país, su ignorancia, superpoblación, religión y todo ello de una manera desesperada vociferando alrededor de los personajes de la familia del narrador . Como su narrador es demasiado autobiográfico a veces parece que está hablando una especie de antipolítico, y en pasajes de la novela ese tono se vuelve demasiado cascarrabias, quejón y latoso. Con esto no desecho la crítica implícita y explícita de la novela del desbarrancadero y mierdero de la vida del narrador y su sociedad, sino que ese tono ya me parece tedioso y repetitivo. Como una mierda aderezada con más mierda. El narcisismo de este narrador protagonista es muchas veces insoportable. De un personaje protagonista que lo cree saber todo y que todos están bajo su manto de crítica. Nadie se salva, excepto sus queridos animalitos, porque la humanidad y todas las constelaciones conocidas y desconocidas están bajo el bing bang de su escritura. Pero de que tiene fuerza y estilo como una gran canción de grandes acordes, vamos, sí que la tiene y por ello citaré una frase que me gustó del libro:

     !Pendejos! El que se murió se murió y tus descendientes son los gusanos, que se comen lo que dejes. Déjales deudas. Gástate lo que tengas en lo que sea, en putas, en yates, en compact discs, que tu recuerdo día a día se lo irá comiendo el tiempo, el último sepulturero. De la posteridad no esperes nada: unas flores, si acaso, en tu ataúd, con las paletadas de tierra en el entierro, y después polvo de olvido. Que hereden mierda. !Carajo,cuánto borracho por mi carril llevándome la contra! Todos, todos errados. Oh muerte justiciera, oh muerte igualadora, comadre mía, mamacita, barre con esta partida de hijos de puta, no dejes uno, con tu aleteo bórralos a todos.

      Es considerada por muchos en el top ten de las mejores novelas escritas en español en los últimos veinticinco años. 
       Destaco su fuerza tremenda, lo demás no mucho. 
       No hay nada novedoso.







viernes, 2 de octubre de 2015

352) La virgen de los sicarios, Fernando Vallejo, 1994. SE PROHÍBE ARROJAR CADÁVERES


  Fernando Vallejo narra la historia de un Medellín violento y estúpido. Junto con Alexis, su compañero de peregrinación en esta ciudad maldita, de pureza de ojos verdes pero de podrido corazón. Ellos van transcurriendo por los recovecos más peligrosos, pero al mismo tiempo más salvadores, porque para el narrador del libro siente un profundo desprecio por los paridores y la religión y quiere que todos los sicarios maten a esta podrida gente. Siente asco por la reproducción de la raza humana y no entiende por qué tantos sicarios van a las iglesias de Medellín a rezar a sus santos y a sus putas madres paridoras. También arremete con fuerza contra los fanáticos idiotas del fútbol, los punkeros, rockeros, la televisión y le dan ganas de darle a la humanidad una patada en el culo  y despeñarla por el rodadero de la eternidad.
      Odia el rock, pero a su querido Alexis le encanta.
    Destruye caseteras, se emborracha pero no soporta el ruido y arroja esa música estruendosa por la ventana. 
      Su ángel exterminador, Alexis también le da el vire a un vecino punkero, por joder con su ruido.
     El narrador es un gran odiador, pero ese odio mantiene su arte, la imprime con determinación y fuerza como el estallido de un revólver. 
       En una de sus vueltas a Medellín, cerca de un platanar seco, abandonado, lee:

      SE PROHÍBE ARROJAR CADÁVERES.
      Frase contundente, que arroja una lamentable estado de la humanidad. Una humanidad que se merece morir en la novela, porque ni bien acaba de leerla, mira cómo vuelan muchos gallinazos frente a gente mutilada, violada, amarrada en la quebrada.

     ALGUNAS OTRAS PROHIBICIONES DE ESTA NOVELA SON:

     SE PROHÍBE SUBIR EL VOLUMEN AL VALLENATO
     también, o sino plomo a balazos por subirle a esa carraca, ¿no es cierto mi ángel exterminador?
     SE PROHÍBE SILBAR
     eso es naturaleza de los pájaros, no te lo robes, o sino sopla en la otra vida.
     SE PROHÍBE ENAMORARSE DE MARICAS
     ya sabes querido Fernando Vallejo, o ¿quieres que te la chupe otro maricón en las alas de la Parca?
     SE PROHÍBE MATAR PERROS
     si matas a un perro, viejo puto, te mereces morir, pero eso sí en el corazón
     y no te olvides de apuntar bien.
     SE PROHÍBE NO CREER EN LA VIRGEN DE LOS SICARIOS
     y si no lo crees, y si no vas a misa, y si no tienes un santito, y si no tienes un relicario, y si no tienes una bendición de tu tote, de tu fierrito, y si no tienes una virgencita, y si no rezas porque tus balas sean santificadas,
       y si no
       y si no
       MUERE, no mereces vivir en la tierra, porque la virgen y toda la religión está con la muerte no con la
       VIDA.
       SE PROHÍBE DESPEDIRSE DE MAMÁ
       no regalarle refrigeradoras
       no decirle que eres maricón
       no decirle que no trabajas
       no decirle que te gustan los viejos
       no decirle que te gustan los escritores
       no decirle que te van a matar.
       






martes, 29 de septiembre de 2015

353) Tres ataúdes blancos, Antonio Ungar. 2010. Novela sabrosa como comer canelones con salsa napolitana sangrienta.






Hace tiempo que no leo un libro tan divertido y crítico a la vez. Es una comedia política, que tiene sus fallos de verborragias, sí, pero que esos mismos errores son suplantados por su incesante lenguaje irónico contra toda la peste política que aparece en su novela. Antonio Ungar crea un mundo donde existe un país latinoamericano llamado Miranda, en el que aparece un presidente llamado Del Pito. El hombre es la simpatía, la verborrea y las luces públicas andando, así que sus contrincantes políticos deben ser callados, trompeados, despotricados de cualquier manera. Asesinar sus almas contra el partido único e insoslayable al que pertenece el honorable Del Pito. 

Del otro lado también está el opositor y simpático Pedro Akira. 
No lo puede hacer frente porque él muere al inicio de la novela mientras 
comía canelones en salsa napolitana.

Acabado con el opositor, aparece el mismísimo narrador, un tipo antisocial, ácido que suplanta a Pedro Akira, por su parecido físico.

El narrador -José Cantoná- vivirá aventuras delirantes, amorosas, cómicas que dejarán al descubierto la roña política, el germen asqueroso de los políticos. Él se transformará en Pedro Akira, gracias a una guerrilla de conciencia del partido opositor en contra Del Pito. 
Lo hace pero no puede suplantar su espíritu a pesar de los ensayos de conferencias, cedés, y videos en internet. De cómo habla, de sus maneras, de sus vocecitas frente al micrófono y su sonrisas de maniquí emplasticada en formol. 

¿Qué carajo hace la gente cuando se entera de que su salvador está muerto?
Pues que su misma salsa napolitana -salsa mirandeña- le perseguirá para darle cacería al muy hijueputa.

Hay errores de verborragias?
Sí. Para mí sí. Nombrecitos como Del Pito. La ubicación de Miranda no es más que una Colombia en otra dimensión con los mismos treinta millones o más. No se sabe mucho de Miranda. La verborrea del narrador protagonista es mucha mierda sin patas, pero divertida, se burla de sí mismo y de lo que está contando hasta matar capatapultas con pájaros.

Buena novela. Claro. Buena prosa. Simón. Vale darle un vistazo a este pedazo de novela, que te va a enganchar y te va a hacer reír y llorar y saltar de tu ataúd.
Novela sabrosa como comer canelones con salsa napolitana sangrienta.