El cementerio de elefantes de acuerdo con la mitología africana
era un lugar ubicado en África en donde se creían iban a pasar sus
últimos días los elefantes moribundos.
El lugar se buscó durante el siglo XIX por el supuesto marfil
que se encontraría en aquel fantástico lugar.
Film boliviano que relata la vida de Juvenal, alcohólico que comenzó a beber desde los 14 años hasta los 33 años. A esa edad decide irse -para siempre- al cementerio de los elefantes, Una especie de cantina para bebedores. Para beber hasta morir.
Quien ha leído algún libro de Víctor Hugo Viscarra sabrá que esto es un homenaje al escritor boliviano Victor Hugo Viscarra, quien también -como el personaje- bebió hasta morir.
Película con saltos de escena rápidos a manera de un thriller angustioso. Rápido. Palpitante. Recorre los barrios más olvidados de La Paz, Lugares donde la muerte está a la vuelta de la esquina.
Juvenal cuenta su historia desgarradora. Nunca conoció a su verdadero padre. Hijo de la pobreza y de la violencia se refugia en el alcohol, en sus tabacos. Su última salida es el vicio para calmar sus penas.
Juvenal se hace una pregunta una y otra vez: el destino lo hace uno mismo o ya está marcado.
La respuesta está a lo largo de la película. A sus 33 años, la edad de Cristo, deambula por las calles buscando una respuesta. Salir de su quebrada moral o aceptar su destino, irse a morir de una vez por todas. Irse a morir como muerto viviente a un cementerio.
Es una película donde los términos se tuercen de una manera poética. Juvenal se va al Suite Presidencial, un cuarto oscuro donde se emborracha y olvida sus recuerdos hasta matarse. Es el presidente de su propio mundo, con baldes de traguito y sus recuerdos atormentados; aunque uno que otro feliz como su cumpleaños de los nueve y el grupo de su juventud: Los Haraganes. Grupo de supervivencia, de latrocinio, joda y amistad.
Película sin moral, ni moralejas, como una buena historia.
Cada vez que avanza la película se vuelve más interesante.
Cada vez que avanza la borrachera de Juve parece que se acaba su vida.
Su último trago.
Que cada espectador se identifique o condene a Juvenal. A su destino o a sus decisiones.
Juvenal se va por la poesía de su vida, historia y muerte.
Final terrible, para llorar.
Salud.
Acá la película:
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