viernes, 17 de abril de 2020

La ciudad y los perros del coronavirus


Santiago Quelal Pasquel, 17 de abril de 2020

Imagínate mi socio que la portada de The Economist (marzo 2020) se burla de lo que está pasando en el mundo. Se ríen en nuestras caras con el título Everythings Under Control, Big Economy liberty and the virus. Bajo la supuesta libertad económica, está soslayada la cárcel domiciliaria a que nos tienen sometidos en casi todos los lugares del mundo. Sólo sales a la calle y miras exactamente lo que está ocurriendo, una mano del cielo (el poder mediático) nos maneja como títeres y nos convierte en agentes dobles y policías al mismo tiempo.

Mira alrededor mi hermano, y te darás cuenta que esa fotografía es más que eso, es como una radiografía de lo robots en lo que nos hemos convertido a raíz de esta supuesta pandemia. Supuesta porque no hay un sistema de conteo ya sea virtual o físico de las personas que están muriendo de coronavirus, en el cual nosotros, los perros de hocico curioso, podamos verificar si efectivamente se están  muriendo de esa enfermedad o es una exageración de la realidad. Lo que nosotros, los perros sumisos, podemos ver son las cifras de los medios de comunicación, cifras que pueden ser tranquilamente manipuladas, porque no existe una revisión objetiva de tal enfermedad. Te has puesto a preguntar mi campeón, por qué no existen autopsias, por qué no hay una explicación clara y concisa de parte de las autoridades y los médicos, que, efectivamente puedan contrastar que la gente se está muriendo de coronavirus. 

A la final mi socio, nos están vendiendo la pandemia del miedo. Nos tratan de perros domesticados, sin ninguna construcción propia ética y moral. Sales a la calle que la construcción de uno mismo está mancillada, hipnotizada por el hegemón, por lo que nos dictan las autoridades de arriba, y, claro, efectivamente es eso lo que han buscado las élites y la pirámide del poder, tener miedo a las autoridades y aceptar la sumisión. Obviamente esto pasa en las grandes ciudades donde somos más controlados por la tecnología, las redes sociales, por eso se me ocurrió titular a este artículo como la novela de Mario Vargas Lllosa, (La ciudad y los perros), a diferencia que en la novela los perros son los estudiantes advenedizos, los novatos, los que sufren burlas en un bautizo. En el caso de la pandemia nosotros somos los advenedizos, sin la suficiente sabiduría para pelear con nuestro halo invisible, nuestra aureola invisible del hegemón que nos controla, ese es nuestro collar y al mismo tiempo nuestra mascarilla, como símbolo de nuestra incapacidad de hablar por nosotros mismos, imposibles de expresarnos como individuos y aceptando una voz mediocre de la masa.

En otra parte de la revista The Economist (marzo 2020) aparece la siguiente imagen:


Obviamente es lógico que las nuevas estructuras de poder que nos manejan nos quieren a todos encerrados para endeudar más y más las economías de nuestros países y colocar nuevas tecnologías de dudosa procedencia mientras los perros estemos encerrados. Qué podemos hacer, poca cosa, nos tienen tan amaestrados a seguir órdenes que nos toca esperar lo peor, una guerra civil, saqueos, violencia, sangre, para que la gente se dé cuenta que la obediencia ciega a una supuesta pandemia, no contrastada técnicamente todavía para nosotros los perros. Perro que ladra no muerde es la consigna del poder. Perro que ladra con collar y mascarilla, no muerde, no ladra, no piensa, no camina por sí mismo, no orina en las esquinas exquisitas de su corazón y sobre todo, lo más penoso, no se rebela, porque sabe que si no lo hace, su amo no le da de comer.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Jóvenes detenidos: "A Lenín Moreno le metimos el huevo por hablar huevadas"


EGLN.- Según el agente Jofree Mesías Troya Mullón Págalo de la Policía Nacional Cuencana: "Al derredor de las 15h00 de la tarde del 3 de noviembre, tres huevones sin nada que hacer procedieron a lanzar huevos al mandatario y a otras autoridades antes de entrar al Salón de la Ciudad para asistir a la sesión solemne por los 198 años de la Independencia de Cuenca. Existen detenidos".

Los detenidos son tres adolescentes: Ángela Gualaceo, Andrés Recalde San Martín y Frowen Timito Moreira. A los jóvenes se los trasladó al Distrito de Policía, es decir dos cuadras al fondo a la derecha del Salón de la Ciudad. Pese a los toletazos del agente Troya Págalo, los jóvenes "no se ahuevaron" y gritaron: "A Lenín Moreno le metimos el huevo por hablar huevadas".

Los jóvenes implicados ahora enfrentan a la justicia y pueden sufrir la pena de un año de trabajo sin remuneración en la Distribuidora de Huevos Samieliza para que aprendan a valorar el verdadero valor de un huevo. Jhon Minchalo, el dueño de esta distribuidora confesó estar feliz de promover el castigo para los jóvenes, para que en el futuro sean unos jóvenes trabajadores y emprendedores.

FUENTE ORIGINAL

https://elgranladrondenoticias.blogspot.com/2018/11/jovenes-detenidos-lenin-moreno-le.html

sábado, 27 de octubre de 2018

Juan Villoro asistió a la presentación de Fútbol Mixto del famoso novelista ecuatoriano Santiago Quelal Pasquel



Juan Villoro, una de las voces más originales e importantes de Latinoamérica, confesó su pasión por el fútbol y su afición por el Necaxa en el Centro Cultural Benjamín Carrión en Quito, la noche de ayer.

"El destino siempre me ha llevado a Ecuador, ya sea por las enseñanzas del maestro Miguel Donoso Pareja, quien fue mi mentor literario en México, como mi amistad entrañable con Álex Aguinaga. Esta vez asistí a la presentación de una novela que trata sobre el fútbol ecuatoriano, de un escritor al que yo admiro", dijo el escritor mexicano.

La diferencia entre el famoso novelista ecuatoriano Santiago Quelal Pasquel y el insigne escritor Juan Villoro es que el ecuatoriano no es hincha de ningún equipo y el mexicano sí. 

"Cuando Juan Villoro me preguntó hincha de qué equipo eres, yo le respondí de ningún equipo y el muy chilango se cagó de risa. Yo soy muy novelero y para escribir esta novela fingí ser hincha de la Liga Deportiva Universitaria y del Barcelona sólo para tener material literario, y no por pasión con ningún equipo", aclaró Santiago Quelal Pasquel.

Fuente original:
https://elgranladrondenoticias.blogspot.com/2018/09/juan-villoro-asistio-la-presentacion-de.html

sábado, 20 de octubre de 2018

Yu Suzuki y Shigeru Miyamoto anunciaron la creación del videojuego Super Mario Llosa





EGLN.- Yu Suzuki, junto con Shigeru Miyamoto, el legendario creador de Super Mario Bros, anunciaron este fin de semana la creación de un videojuego que pasará a la historia de la literatura: Super Mario Llosa.

Yu Suzuki, el aclamado creador del juego revolucionario Shenmue, dijo: "Al fin tengo el dinero para crear el Shenmue soñado. Si bien en el principio de la historia de los videojuegos el guion y la historia eran poco trabajados, cuando realicé mi trabajo Shenmue, la historia de los videojuegos cambió porque el jugador se metía en la piel del personaje de una manera tan delicada y sutil, que sólo se alcanzaba hasta entonces en las novelas escritas. Yo fui el precursor de juegos tan exitosos como Grand Theft Auto, Silent Hill o Final Fantasy XV. Ahora, por fin, en este juego, con el obvio permiso de Mario Vargas Llosa, relataremos las obras principales del Nobel de Literatura 2010 en un videojuego. Esto será revolucionario".

El juego comienza con un muchacho entrando al colegio militar Leoncio Prado en el que tiene que sortear todo tipo de exámenes (concursos de masturbación, zoofilia con una gallina, exámenes de Química y pruebas de disparos). El objetivo central es tratar de ganar estos concursos y fugarse de este colegio militar para irse al primer prostíbulo y perder su virginidad. Es cuando comenzará el segundo capítulo en el que tratará de ganarse la vida en el prostíbulo como un chulo de gran reputación para formar el prostíbulo La Casa Verde.

Shigeru Miyamoto y su equipo de trabajo enlazó de manera magistral diez novelas del Premio Nobel de Literatura 2010 como si fueran un juego de Super Mario Bros, por eso es una parodia de las ficciones del famoso peruano y obliga al jugador a elevar su nivel de intelectualidad sin perder obviamente lo divertido y disfrutable del juego.

Fuente original:

viernes, 14 de septiembre de 2018

LA LITERATURA DEL LOBBY: AMIGUISMO Y CLASE EN EL MERCADO DEL LIBRO











¿Cómo se potencia un libro para que llegue a visibilizarse y posicionarse en el espacio literario nacional? No es novedad para nadie que el capitalismo ha penetrado en todas las esferas posibles de la interacción humana. Desde el transporte a la educación, desde la salud hasta la muerte, desde ecología hasta la cultura. Sin ir más lejos, este 2018 la tradicional Feria Internacional del Libro de Santiago está en riesgo debido a que las grandes editoriales decidieron restarse de la instancia que suele comenzar a finales de octubre. Se argumenta que la FILSA se ha ido transformando con los años en una suerte de retail del libro, que apunta más bien a generar utilidades en desmedro del fomento lector que se anota simplemente en el papeleo burocrático. Resulta curioso que los mismos grupos editoriales que, paulatinamente, fueron transformando los bienes culturales en bienes de consumo, hoy se bajen y pongan en riesgo la continuidad del evento.

Para nadie es un misterio que los grandes conglomerados editoriales en América Latina lo componen los sellos agrupados por Planeta y Random House. Llegar a publicar en alguno de ellos podría constituir un gran logro para un escritor que recién está comenzando su carrera; incluso para alguien que ya cuenta con una vasta carrera literaria, dar el salto al duopolio editorial iberoamericano podría significar un alivio económico considerando los cuantiosos adelantos y las posibilidades promocionales que estas editoriales ofrecen. Lo que sucede en Chile debe ser exactamente lo mismo (matices más, matices menos) que sucede en el resto de los países participantes de las lógicas del mercado editorial.
Cuando un escritor sin anterior trayectoria publica su primer texto en alguna editorial del duopolio es inevitable argüir cierta sospecha. Para nadie es ajeno que las redes de contacto constituyen quizá la mejor manera (pensando en términos de eficiencia y eficacia) de escalar en la vida, en todo ámbito. No es muy ético que digamos, en el sentido de que anula cualquier tipo de mérito acumulado por un tercero, pero es algo que se da y el mundo de la cultura no está ajeno a estas lógicas.
La verdad de las cosas es que, en estos tiempos, el éxito de un libro en cuanto a masividad, y todos los réditos que esto trae consigo, depende casi en un 50% de la difusión y promoción que se haga respecto de él. Hay veces en que este trabajo lo asume la editorial (cuando es una de las grandes), y se ven afiches publicitarios en los autobuses, promociones en los periódicos, invitaciones y presentaciones con un amplio despliegue comunicacional (por lo general, la apuesta es por un periodo de tiempo determinado y si en ese espacio el escritor no logra despegar es abandonado junto con su libro a su suerte). La promoción también es asumida por editoriales más modestas, sin embargo, el efecto no es el mismo cuando no se cuenta con los recursos suficientes como para invertir (o gastar derechamente) en promocionar al nuevo libro y a su escritor; en ese sentido se apuesta por dejar la satisfacción en el autor de que el libro se está moviendo. Cuando la editorial es más pequeña, en cambio, esa promoción del 50% debe asumirla obligatoriamente el escritor (también está la opción de que no quiera asumirlo, no es un trabajo que le corresponda, suele pensar; y en este caso el que el libro sea un éxito va a depender de cuán probable sea que este autor sea candidato al Nobel en 30 años más). Para no ir más lejos, conozco a una narradora que contrató, de su propio bolsillo, a un periodista para que moviera el libro en distintos circuitos y medios nacionales con el fin de promocionarlo. ¿Le funcionó? ¡Claro que sí! ¿Pero es justo que se tenga que recurrir a eso para llegar a ser parcialmente conocida a pesar de contar ya con un par de premios relevantes?
Por cierto, el otro 50% depende de la obra misma.

Lo que en realidad quiero desarrollar en este espacio es el tema de las redes de contacto. Hay veces (siempre, en realidad) en que tener un conocido en algún lugar específico del campo cultural resulta beneficioso. Si tengo un amigo periodista en algún periódico, convendría pedirle que moviera a sus contactos para poder ser entrevistado por ese diario. Si tengo un amigo que trabaja en Planeta (por nombrar una editorial), convendría pedirle a ese amigo que moviera sus contactos para poder publicar ahí. Si tengo una amiga que es organizadora de la Feria del Libro de Bogotá, convendría solicitarle que haga tal o cual movida para que me inviten a esa feria a presentar mi libro. Y así ocurre, la verdad, casi siempre.
Muchos cuestionarán este tipo de actos arguyendo que cómo es posible que se tenga que recurrir al amiguismo para poder posicionar la propia obra literaria. Pero, ojo, eso es justamente lo que hacemos todos. ¿No somos nosotros mismos, por ejemplo, aquí hoy una potencial red de contacto? De hecho, las personas consultadas más abajo para este texto están todas en mi Facebook. Si en un futuro se me ocurriese publicar en Argentina, por ejemplo, ¿no recurriría acaso a alguno de mis conocidos trasandinos para lograr tal objetivo? Si quiero presentar un libro recién escrito, ¿no voy a recurrir a un conocido mío del campo cultural para que redacte un buen texto para ser leído al momento del lanzamiento?

Otro caso, cuando varios escritores marginados de las grandes editoriales (por el motivo que sea) se reúnen para armar una antología de sus textos, ¿no están reproduciendo las mismas lógicas del amiguismo que tanto se suele criticar? Lo están haciendo sin duda, por más que sea una suerte de antología de los marginados. La única gran diferencia, me parece, es que estos últimos amigos no ostentan ningún tipo de poder en el mundo del mercado cultural, no existe posicionamiento alguno que sea capaz de potenciarlos más allá de sus propias lecturas cruzadas y posibles comentarios en sus modestas redes. Por lo tanto, en realidad no se trata de cuestionar los contactos o el amiguismo (yo mismo he invitado a gente que conozco a participar de proyectos en desmedro de otros que, en realidad, no conozco), sino que lo que debe cuestionarse en realidad es en qué lugar reside el poder cultural y qué tan ligado está al poder adquisitivo y económico hoy en día. Hay veces en que esa necesidad de instalar y desinstalar arbitrariamente autores y obras se torna demasiado evidente (burdo y peligroso, por lo demás), dejando en evidencia que en el campo literario funcionan las mismas lógicas de disputa y posicionamiento que en otras esferas de poder.

Lo anterior es apenas mi reflexión, y para contrastar o ir complejizando la discusión quise, sin mencionar ninguna idea utilizada para la construcción este texto, ir recolectando las opiniones de distintos actores del mundo del libro (autores, editores y libreros) en torno a la pregunta que abre este texto. Hay una coincidencia interesante en las opiniones expuestas por los consultados que apuntan en su mayoría a los intereses del mercado y, por supuesto, la literatura del lobby.

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¿Cómo se potencia un libro para que llegue a visibilizarse y posicionarse en el espacio literario nacional?

Ricardo Elías – Escritor: A la cárcel (2017)
Los canales de difusión deben ser los correctos.

Hay que tener en cuenta que Chile no es un país muy lector. Tiene más posibilidades de visibilizarse una marca de zapatillas o una bebida energética que un libro. Sin embargo, en lo que respecta del libro, el talento no basta. Actualmente, hemos sido testigos de la visibilización de libros no tan buenos (el típico fenómeno best seller) cuya calidad es bastante discutible y que obedece más bien a recetas de literatura exitosa. Una obra puede llegar a posicionarse si es que apunta a un tipo específico de lectores con determinadas formas de vida en común, y que los canales que lleguen a ese grupo sean muy claros. Por ejemplo, si se hace un libro cuya temática sea los romances adolescentes de clase acomodada, la presentación de ese texto no puede ser en la SECH. Pero ese texto sí funcionaría si es que se presenta, por ejemplo, a través de las redes sociales. De hecho, algunas editoriales toman en fenómeno de los bloggers o de los youtubers para fabricar un libro que será éxito seguro de ventas. Usando esos canales pasan de cero a dos mil “me gusta”. La especificidad del canal que apunta al público lector objetivo es la clave.

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Fran Jeria Saavedra – Bibliotecaria y editora: La Maceta Ediciones
Apuntar a temas contingentes

Existen autores y temáticas ya probadas, los que por ejemplo entran a las bibliotecas y librerías sin mayores cuestionamientos. Esos autores son los llamados “comodines”, los que ingresan por la puerta fácil: Isabel Allende, Hernán Rivera Letelier o Alberto Fuguet. Eso debido a su trayectoria, sus ventas y las promociones de sus editoriales (las más grandes). Luego están los libros de autores que se están abriendo camino, aquellos que deben entrar a ganarse el espacio con temáticas atractivas y promoción a través de los medios existentes. Si en una obra se desarrolla un tema contingente, el autor ya tiene la mitad del camino recorrido. Por ejemplo, hace poco en LOM publicaron un libro sobre feminismos en donde en la portada se utilizó la foto de una mujer encapuchada y sin sostenes montada en la estatua de Juan Pablo II de la Universidad Católica. Por lo mismo, es un libro que ya está en la mayoría de las librerías y, además, en boca de todos. Lo importante es siempre estar hablando del libro o del autor, sobre todo en redes sociales.

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Anita Barra – Librera: Qué Leo Tobalaba Mil
El comentario boca a boca es fundamental

Según lo que he podido entender y aprender en estos dos años de librera, podría decirte que es importante primero distinguir entre visibilización y posicionamiento. Son cosas distintas. La primera tiene relación con que el libro se vea, literalmente. Para eso es importante una buena ubicación en la librería: la vitrina o el mesón de novedades son clave. Ahora, si lo que se busca es posicionar el libro, lo mejor va a ser siempre el boca a boca o la recomendación directa del librero. También una buena crítica en algún medio respetado. Hoy en día los escritores que publican en editoriales más independientes tienen la desventaja de la poca visibilización, pero la gran ventaja del boca a boca. Esto porque los amantes de un buen libro son precisamente los que aceptan leer uno propuesto por el librero para luego volver agradecidos y en busca de más. Ejemplo de esto han sido A la cárcel de Ricardo Elías, Espécimen de Eleonora Aldea, Todas somos la misma sombra de Catalina Infante y Nueva Narrativa Nueva de Rodrigo Torres. Al menos en mi librería se los han llevado bastante más que losbest sellerultra-promocionados.

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Rodrigo Torres Quezada – Escritor: Nueva Narrativa Nueva (2018)
En todas partes es lo mismo

Lo lógico es que, por la tan mentada meritocracia, por el talento y la calidad artística, puedas ocupar un sitial. Sin embargo, muchas veces el posicionamiento literario viene dado por las dinámicas del lobby. Es un tema de clases sociales y clases profesionales. Es como en la publicidad, en donde en los comerciales son los niños hijos de amigos de los productores o directores los que aparecen en pantalla. En literatura es lo mismo porque en todas partes es lo mismo. Las clases acomodadas o la clase abajista se apropian de lo artístico y lo transforman en un enclave lobbístico donde reproducen las mismas dinámicas sociales utilizadas en otros espacios (política, Fuerzas Armadas, religión, etc.). Entonces, un libro se visibiliza mejor si eres parte de esa clase social-profesional. También hay otros caminos: la paciencia.

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Amanda Teillery – Escritora: ¿Cuánto tiempo viven los perros? (2018)
El lobby

Tiene que ver mucho con el entorno en que se rodea. Hay libros que por muy buenos que sean, no tienen una gran difusión por temas extraliterarios, como los contactos y las redes. Hay mucho lobby de por medio.

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Jorge Yacomán – Cineasta y escritor: El vestigio del silencio (2018)
Es necesario explotar un nicho

No soy mucho de pensar en el marketing de algo desde su creación, pero sí pienso que es necesario entender a qué tipo de lectores está dirigido un libro. Hay ciertos parámetros, como las mismas referencias del autor, las edades de los personajes y las temáticas, que permiten establecer un nicho, y es este el que debe explotarse. Todos los escritores quieren ser leídos por todo el mundo, pero a menos que uno tenga los recursos económicos o de difusión, el alcance es bastante limitado. Es importante destacar los aspectos únicos del libro, como el estilo o algún elemento que brinde una perspectiva diferente. Una vez que ya está más claro el nicho que se quiere explotar, hay que buscar los medios de comunicación que lleguen a ese espacio. Paralelamente, creo que es importante el boca a boca; que la gente hable y comente sobre el libro, en especial los amigos, lo que también es difícil, porque ellos muchas veces no le toman el peso o el valor que tiene, pero por lo mismo hay que ser insistente. Una vez que está esa base de apoyo, es importante crear instancias donde la gente pueda conocer al escritor, porque estas afianzan el lazo con la obra. En mi caso, con mi primera novela autoeditada, todo esto lo intenté aplicar desde mi experiencia en el cine, pero el nicho que yo tenía por mis películas no me sirvió mucho para llegar a un público lector. Me sirvió quizás para validarme como artista y lograr un poco de prensa, pero en concreto no conseguí muchas ventas. Después intenté llegar a algunos periodistas y críticos literarios más en específico, y de a poco fui logrando algunas reseñas que me permitieron validarme un poco más como escritor. Así logré más prensa y reseñas, y nuevas librerías se interesaron en vender mi libro. Personalmente, no creo que mi libro esté posicionado y aún me da pudor decir que soy escritor, pero creo que es un proceso lento, sobre todo si se compara con el cine, donde una persona puede ver una película en unas dos horas, o menos, mientras que un libro le puede tomar a alguien varios días o semanas.

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Héctor Hernández Montecinos – Poeta: Buenas noches luciérnagas (2017)
Tiene que ver con el flujo del dinero

Supongamos que pensamos en un libro de creación literaria. Creo yo, se puede entender desde el punto de vista del autor, es decir, respondiendo a la pregunta de “qué es”, luego como texto mismo y el “qué dice”, para finalmente quedar en manos del lector que tiene que enfrentarse a la situación de “qué se hace” con él. Dicho de otro modo, objeto, obra y operación. Esto sería más bien en una abstracción casi teórica, pero sin duda la producción, circulación y consumo de un libro no es distinto al de las otras mercancías y fetiches en el mercado. De hecho, un caso concreto es que ciertos bancos españoles están detrás de las grandes editoriales transnacionales, son sus inversiones, por ende, los intereses que se consiguen con sus ventas están en una red bursátil que no se ha querido leer. La prensa, los medios, también dependen, si no de estos mismos bancos, de una red de inversiones que conforman holdings que potencian ciertas obras, pues están en una misma red de flujos económicos unilaterales. La publicidad como operación, que cada vez es lo mismo que la prensa, refuerza, por un lado, y la academia que lee objetos y obras, pero no dichas operaciones, es lo otro. A lo que voy, es que a nadie le importa el arte literario, la complejidad, la originalidad ni menos la imaginación, pues los editores deben redituar a sus jefes, y estos a los gerentes, y estos a los inversores, y así el flujo del dinero que un autor genera pasa por todas las manos menos las de él. Chile es el país de la colusión cultural y sobre todo literaria. Las mismas doce personas mueven el campo de la edición, la prensa, el marketing y el consumo. Lo más lamentable es que la gran mayoría de los lectores no están muy interesados en problematizar este status quo, sin embargo, Internet lo que sí ha generado es cuestionar a varios de estos autores como ciudadanos en términos de una convivencia ética. Muchos que tuvieron poder hace años o meses, hoy son caricaturas de sí mismos y los jactanciosos de ayer hoy ya no lo pueden ser. Las “jaurías” comenzamos una revuelta que cuestiona sus privilegios de clase y género, que ellos enarbolaban como privilegios literarios. Hoy están desesperados y sus únicas tribunas son los suplementos culturales del consorcio, porque, al menos en redes sociales, nadie los quiere ya.

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Gonzalo Asalazar – Escritor: El deseo invisible: Santiago cola antes del Golpe (2017)
Interpelar a la época, pero nada es seguro.

Un libro se potencia si le habla a la época. Toma fuerza con años de trabajo, con muchas reescrituras, correcciones. Un buen diseño gráfico del libro en tanto objeto también es importante y, por supuesto, conseguir financiamiento y distribuir una cantidad de ejemplares que hagan que el libro no desaparezca del mapa apenas publicado. Todo esto, acompañado de una buena gira de medios en espacios digitales e impresos, pero ni este ni ningún otro asegura el posicionamiento en el espacio literario nacional.

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Eugenia Prado Bassi – Escritora y editora: Ceibo Ediciones
Coincidir con los intereses del colectivo y de la época

Suceden cosas extrañas con los libros y que nada tienen que ver con la calidad literaria, con la creatividad o con la cantidad de información o datos duros que contenga. Un libro de investigación periodística o ensayo puede coincidir con un momento o un movimiento político determinado que genere interés. Esto comenzó a pasar en Chile desde el 2012, cuando se podía ver un creciente deseo lector por temas de Derechos Humanos. Hay una avidez por un tema y hay gente que trabaja sobre esos intereses. Sucedió, por ejemplo, con el libro La danza de los cuervos (2012) a un año de la conmemoración de los cuarenta años del Golpe de Estado. En ficción, me parece que los libros recorren caminos inciertos, inesperados y muchas veces completamente azarosos. Personalmente, creo que los libros no debiesen ser productos exclusivamente comerciales y que debieran tener libre circulación en archivos digitales. Hay que estar inventando caminos todo el tiempo y seguir armando estrategias para que los libros se desplacen, viajen en manos de otros y que se difundan en bibliotecas públicas.

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Mario Cerda – Librero: Qué Leo Forestal
Apoyarse en amigos y conocidos

Hoy en día un autor nuevo debe ir solo consiguiendo lugares para la distribución y con sus amigos y conocidos tratar de ir a radios y diarios. Es un trabajo de chinos que se suaviza en parte con una editorial que tenga buena distribución. En realidad, es muy difícil que entren autores nuevos.

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Emilia Pequeño Roessler – Poeta: Yesca (2018)

A veces prima el interés comercial

El acto de potenciar un libro, su posicionamiento y visibilidad, tienen, ante todo, una base económica. Esto es transaccional (y no necesariamente monetaria) en cuanto hay un interés por parte de la industria del libro de vender o mostrar ciertas cosas como lo que se está produciendo en Chile. Hay casos interesantes de rescate de obras olvidadas como la de Teresa Wilms Montt, que parte por un interés comercial, pero termina siendo algo más en la medida en que empieza a verse cómo lo publicado influye en el entorno cognitivo del campo cultural. Es por eso que creo que la manera de potenciar una obra no es solo una, porque hay miles de posibilidades, desde la institucionalidad del Ministerio de las Culturas o la Biblioteca Nacional hasta la emergencia de las editoriales cartoneras. Pero me parece que los modos más efectivos circulan por el mercado editorial y el periodismo cultural (reseñas, columnas, artículos, entrevistas, etc.) que marcan, en gran medida, lo que se lee y lo que se habla de lo que se lee.

jueves, 2 de agosto de 2018

Mi incapacidad para la vida social





"Sé por experiencia  que no puedo soportar la presencia de una persona más de tres horas. Pasado este límite, pierdo la lucidez, me embrutezco, las ideas se me ofuscan y al final o me irrito o quedo sumido en un profundo abatimiento."
Julio Ramón Rybeiro

"Nunca me sentí solo. He estado en una habitación, me he sentido suicida.Estuve deprimido, me he sentido horrible más allá de lo descriptible, pero nunca pensé que una persona podía entrar a una habitación y curarme. Ni varias personas. En otras palabras, la soledad no es algo que me molesta porque siempre tuve este terrible deseo de estar solo. Siento la soledad cuando estoy en una fiesta, o en un estadio lleno de gente vitoreando algo. Citaré a Ibsen: ‘Los hombres más fuertes son los más solitarios’. Nunca pensé: ‘Bueno, ahora va a entrar una rubia hermosa y vamos a garchar, y me va a frotar las bolas, y me voy a sentir bien’. No, eso no iba a ayudar. Viste cómo piensa la gente común: ‘Guau, es viernes a la noche, ¿qué vamos a hacer? ¿Quedarnos acá sentados?’. Bueno, sí. Porque no hay nada allá afuera. Es estupidez. Gente estúpida mezclándose con gente estúpida. Que se estupidicen entre ellos. Nunca tuve la ansiedad de lanzarme a la noche. Me escondía en bares porque no quería esconderme en fábricas. Eso es todo. Les pido perdón a los millones, peronunca me sentí solo. Me gusta estar conmigo mismo. Soy la mejor forma de entretenimiento que puedo encontrar”.

Charles Bukowski

Hay textos en los que arrojas la tercera persona por la ventana y te enfrentas al texto, listo para desnudarte. Este es uno de esos textos, porque me veo involucrado en este tema de manera muy cercana. Te embarcas en un viaje para navegar en los mares de tu verdad. Este es un texto de adolescencia eterna, de confesarte cosas a ti mismo para ver qué tesoros o desdichas se encuentran en ese mar.
Debo imitarme a mí mismo para topar el tema de mi incapacidad para la vida social. Lo admito: no me gusta estar con la mayoría de gente. Me molesta. Disfruto de la compañía de poca gente. Me identifico con Julio Ramón Rybeiro, hay algo ahí, quizá una herida o una alegría extraña del solitario que hay en mí. 
Parece un tema común, pero es la primera vez que escribo sobre esto y es nuevo para mí. No quiero hacer un tema sociológico, ni poético del asunto. Simplemente mis dedos saben más de esto, porque estoy sentado escribiendo sobre este tema y esto fluye, sin previsiones, ni paracaídas linguísticas. Rápido. A lo adolescente. A lo romántico. Sin las precauciones de la escritura. Mi amiga.
Esto no es nuevo. Ya lo ha dicho Bukowski, Cortázar y otros escritores de novelas y ensayos. 
En mi poca capacidad para entender este tema, debo arrojar una aseveración para decir que existen dos clases de personas en este mundo, gente sin dentrura y con dentrura. Las primeras pueden tolerar con más habilidad las convenciones familiares, de trabajo y de amistad que las primeras. Se adaptan con más facilidad. Yo pertenezco al tipo de los bailarines solitarios que se siente felices con su mundo interior y comparten con pocas personas un poco de este. 
Quizá existe un quiebre en el que la persona con un mundo interior más desarrollado se aparta de la extraversión de sus semejantes, para dar paso a sumergirse en sí mismo. No es raro que a los que pertenecen a este tipo de personas sienten la necesidad de  apartarse de un grupo determinado para encerrarse en sus asuntos. Marco Aurelio Denegri, quien murió este 28 de julio, escribió un artículo sobre el tema de cuántas horas es soportable el ser humano. Lo hacía con un tinte marcado de tragicomedia y señalaba que Jean Paul Sartré podía soportar dos horas a un hombre y con las mujeres ese promedio se extendía un poco más, y también aludía a la frase de Giacomo Leopardi: "No hay más raro en el mundo que una persona soportable". 
Estas afirmaciones son en cierto sentido cómico. Sí. Haz la prueba. Yo ya hice la prueba. Sal a la calle y pregunta sobre la capacidad que tiene la gente para soportar a otra persona, y muy probablemente sonreirá. Esa sonrisa significa que hay una realidad latente en las personas.  Imagínate que existen personas que comparten su cama con su esposa durante casi medio siglo y tienen que soportar todas sus carencias, veleidades y defectos. Es un talento que tienen algunas personas, su capacidad para la vida social. Yo carezco de ese talento. Ese sonreír eterno en cada convención social, ese abrazo fraterno entre todos los círculos sociales. En la mayoría de esos círculos se ha perdido la chispa de la invención, raras veces existe una conversación que valga la pena. En la mayoría de las veces es una retroalimentación de la rutina, del me toca hacer esto, me toca decir esto porque es como debe ser. Eso cansa. Eso es el hastío. Es el cansancio. Y no hay solución. No hay solución, porque somos seres sociales y a pesar de lo fatigoso que sea el trato con nuestros semejantes, debemos vivir con ellos.
Por eso creo que existe el arte, las películas, la sagrada literatura. Es porque la vida que vivimos, las personas que conocemos a diario, muy a menudo no alcanzan para llenar ese vacío, el hambre de vida que tenemos. Por ello algunos seres nos entretenemos con mentiras, con ficciones. Porque son necesarias. Porque nos salvan la vida. Nos hacen más felices, o desdichados, nos transforman, acompañan a nuestro mundo interior. Lo felicitan.
Xavier Velasco llamaba a esos seres los lisiados sociales. Esos seres solitarios que se inventan ficciones, juegos para poder sobrevivir. Porque sus semejantes no entienden su mundo. Paradójicamente esos juegos solitarios, son los que a la final, a los lisiados sociales les motivará para acercarse a sus semejantes. Cuando le preguntaron a Mario Bellatín por qué se hizo escritor, él respondió  sin antes advertir que su respuesta puede sonar a pura tontería "Al ser escritor puedo elegir con quién sentarme a conversar". 
Es verdad. Y siento que no soy el único que piensa así. Es un tema más común de lo que parece. Es como una enfermedad, sabes que eres así, que tienes los síntomas de tu incapacidad para la vida social, pero el único remedio también será fabricado de tu propio mundo interior, porque sientes que la extraversión no es el camino.


viernes, 27 de julio de 2018

Estudiante fue expulsado por realizarse un aborto masculino en plena Universidad Central



Viernes, 27 de julio de 2018, (Upugam, medio informativo y de opinión)

Klever Calvopiña, un joven de 29 años, estudiante de la Escuela de Sociología, fue expulsado hoy de la Universidad Central por cometer, según el infractor, "un aborto masculino" frente a Giuliana Posligua, estudiante del último semestre de Facultad de Odontología.

El joven infractor se bajó los pantalones alrededor de las 17H30 en estado etílico, por los espacios verdes de la Facultad de Odontología. Según nuestro corresponsal Joselito Unda, del periódico Desde la U, de la Escuela de Sociología, el joven es un integrante de los famosos Zapateros, un grupo de estudiantes y civiles que se apean en las inmediaciones de la Pileta de la Universidad Central a libar todos los viernes. 

Joselito Unda lo encontró infraganti en el acto, mientras Giuliana Posligua gritaba:

!Calvopiña hijo de puta, ya te mandé a la friendzone y sigues jodiendo, chucha, vos no cachas!

Tranquila mija, es un rapidito, un aborto masculino nomás, confesaba Klever Calvopiña.

Joselito Unda confiesa que él fue un estudiante modelo, pero recuerda con pena que en las clases de Política IV, blasfemaba con furia en contra de los derechos de las mujeres y el feminismo y confesaba abiertamente que él abortaba todos los días frente a Brazzers.

El infractor, además de la expulsión indefinida como estudiante de la Universidad Central, ahora enfrenta la Justicia Ecuatoriana. Según el artículo 148 del Código Integral Penal, literal B, la abogada de Guiliana Posligua, la doctora Katalina Sánchez, aclara que el aborto en mujeres puede afrontar una privación de libertad de seis a dos años, pero que el Código Integral Penal no contempla el aborto masculino, pero que abogará con todas sus fuerzas para que este inmoral aborto sea contemplado en la Justicia Ecuatoriana.