sueña, emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
apresúrate. El viento de las horas
barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan: tú no esperes,
éste es el tiempo de vivir, el único.
-Jaime Sabines-
El sueño de la gente es amar y ser amado. Pero cuando esto falla, se deprimen, hacen berrinches, escriben poesìa, cantan, cambian su forma de ser etc... si te pones a pensar la lista no parece acabar. Asì que eso es amigos, el amor es energìa volcànica, pura, y no hablo poèticamente, segùn estudios realizados por Dan Winter, cuando tù amas incondicionalmente no importa si es una mujer, un hombre, una hierba o una burra con menstruaciòn, sin esperar dinero material o espiritual ocurre algo fantàstico: emanas energìa de tu corazòn... (corpusculos viperinos, extasiados, locos, soñadores, buscando un maldito asidero donde colgarse)
Asì como la materia se transforma en energìa, el amor puede transformar. Si eres un intelectual frio y escurridizo puedes convertirte en un maricòn de lo màs simpàtico y artista de los duros, como el temido de William Burroughs. Si eres una ama de casa que se masturba con el palo de la escoba, a lo mejor esa energìa fractal, irreversible y hermosa te puede convertir en la mujer màs sensual, que con solo mover un pie y los hombres ya estèn sudando, pajeàndose o escribiendo un libro de amor.
Eso es por un lado.
Ahora vamos por otro hueco.
Algunos dicen que el amor incondicional es luchar por la persona que amas, sin importar lo que tengas que perder. Con todo el respeto me importa un huevo si me aman o no. Lo importante es darlo todo, arrojar tus sentimientos (lo màs valioso de ti) hacia esa persona, animal o cosa de la cual es objeto tu amor. Si eres correspondido, adelante amigo, tuviste suerte y no sè realmente que se sentirà ser amado con una fuerza volcànica. No sè realmente, nunca me han amado como yo quisiera, a pesar de la fuerza interior que tengo.
Pero si no te aman como tu quisieras, ve hacia el final y veràs lo que ocurre.
Es importante catalogar objetivamente la intensidad amatoria. Ejm: Amè a sara gonzàlez a los 17. Fue la mujer a las que màs amè. Es estùpido lo sè. Me importa si ella me ama o no. Resultado: Escribì una novela experimental llamada: El cataclismo del Amor de 185 pàginas. Cuando la conocì a ella, sentì el llamado de escribir. La amo tanto que es como un personaje mitològico, que con tan solo verla me siento feliz, y una palabra de ella bastarà para sanarme. Tanto como la gente tiene fè en las diosas, las virgenes y màs fantasmas. Pues ella es mi propio fantasma, està quizà formando parte de lo que llaman mi personalidad.
Luego he amado a otras dos mujeres, en menor intensidad. Con la una conocì el ensayo y con la otra conocì la poesìa. Y ese fue al fin (eso creo).
Ahora vamos por las cosas más raras pero que se han escuchado.
A veces hay lugares en los que te sientes enamorado. Bueno, depende de las personas y su personalidad y su personificación y su perspectiva y su pernoctación y su permanencia y su perra suerte. y su. y su etc.. (cultura). como sea algunos se sienten atraidos por la ciudad y otros prefieren los lugares apartados. Recuerdo cuando me enamoré de una pradera. Estaba físicamente atrapado, con esa ensonación frente a esa pradera. Vacas, soledad, clima de 20 grados, un poco de humedad, quebradas, rios. Creo que debe ser porque traía a mis conquistas ahí, las desnudaba en una carpa y hacía el amor con ese aroma a pasto recien pisado, y luego saltaba desnudo e invitaba a mis novias a que salgan desnudas porque era como estar en el paraíso. Pero a veces pasa que cuando estás enamorado de alguna cosa con toda intensidad, piensas que va a ser eterno, pero no es así. Tiempo después el presidente del barrio donde se hallaba aquella junto con la directiva cerraron el acceso para llegar a la pradera porque decían que ahí los chicos se masturbaban, iban a escribir poesía, se emborrachaban, tenían sexo, fumaban droga, robaban, hacian cosas raras; es decir todo lo bueno y deseable. Al enterarme de esto sufrí mucho, sufrí mucho porque perdí a la pradera de mis sueños. Ahora, cada vez que paso por aquel muro infranqueable donde se niega el acceso a la pradera, la miro con nostalgia de lo que pude haber hecho más allí.
Así la lista sigue. Amo los girasoles. Amo escuchar música y caminar solo. Amo conocer mujeres y tratar de besarlas a la primera cita. Amo el sexo y amo cuando no lo puedo tener. Amo bailar solo. Amo recordarme a mi mismo cuando fui niño, escudriñar mi cuaderno de borrador de primer grado, cuando dibujaba diablos raperos, amo la máquina del tiempo Koa: un sueño de niño, amo imaginarme amando a mis amadas aunque ellas no me amen, amo el avena con azucar, amo el limón con sal, amo el odio, amo las vaginas, amo mezclar en un recipiente ají, achiote, sal, pimienta, pasta de dientes, pastilla para la diarrea, afrechillo, morochillo, y quedarme tumbado, riéndo, gozando de las estupideces que hice, amo el miedo, amo a la gente rara, desadapatada, soñadora, amo el odio a la gente corriente-normalita, amo las peliculas raras: el vengador tóxico, jesucristo cazavampiros, tu madre se ha comido a mi perro, abuelas rabiosas, el condón asesino, amo no hacer nada, aunque cuando no se hace nada se hace más que cuando se hace algo, amo la poesía, la narrativa, el ensayo, amo la computadora, amo el internet, amo la desdicha, la tristeza, el hastío, amo viajar y aunque no pueda hacerlo como quisiera, amo estar borracho y amo estar en abstinencia soñando beber, amo los cigarrillos, amo estar con dinero y estar sin él, amo las bibliotecas y amo odiar la universidad, amo mi soledad, amo pensar en la vida con sueños.
Asì que amigos amen, a muchas mujeres-hombres-animales-o cosas- y si no pueden, no importa, aunque sea invèntensen algo, o alguien imaginario. Al final de la vida agradeceràn haberlo hecho, serà el orgasmo final, ùnico e irrepetible o quizà estallen de alguna manera. No lo sè.