miércoles, 3 de mayo de 2017

2016) El Sentido De La Vida, Santiago Quelal Pasquel







   Cuál es el sentido de la vida. Podemos estudiar filosofía y teorías, pero sólo son eso. Teorías y categorías de pensamiento, porque en el fondo la vida No Tiene Sentido, sino Que Le Asignamos un Sentido. Por ejemplo, para Platón el sentido de la vida está en un elevado, supremo conocimiento en hacer el bien, en todo lo que tenga utilidad en el mundo; Aristóteles, quien fue el discípulo de Platón, iba más allá y creía que la última escala del sentido de la vida, era la Eudaemonía, es decir la felicidad, el bienestar y la excelencia.
   Si buscamos en la Biblia encontramos esta joya: Dios nos creó con una “necesidad espiritual”, la cual incluye el deseo de hallarle sentido a la vida (Mateo 5:3). Él quiere que satisfagamos ese anhelo (Salmo 145:16). Esta creencia se puede refutar de manera ecuánime si nos recostamos a ver las estrellas y nos preguntamos quién Demonios es ese Dios. Toda esa maravillosa, infinita creación de miles de estrellas, galaxias y constelaciones es Dios. De qué Dios está hablando la Biblia. Seguimos sin entender cuál es el sentido de la vida, aunque la Biblia mismo ya nos da una respuesta, según ese Dios, quiere que satisfagamos ese anhelo. Interesante. Imaginemos por un momento a manera de divertidos panteístas que Nosotros Somos Dios. Si Yo Fuera Dios. Si Tú Fueras Dios. Así de Simple. Dentro de la física cuántica no sería descabellada esa idea, ya que formamos parte de esa creación, porque las partículas más pequeñas que todavía, en el 2017, siguen estudiando los científicos, no llegan a la conclusión sobre el origen último de la Creación En Escala Menor. Ni hablar de la Mayor. Entonces, somos universos andantes que comen, cagan, duermen, crean estrellas (eyaculación) y forman nuevos mundos (formas de pensamiento, teorías de la vida)
      Ya que somos Dioses, somos creadores. Nos parieron, pero no sabemos muy bien por qué. Ahora, es muy frecuente que los hijos digan a sus padres yo no pedí nacer, por qué me trajiste al mundo. La mayoría no le encuentra un sentido a la vida, porque originalmente no lo tiene. Somos Nosotros Quienes Le Damos Un Sentido a la Vida. Por lo general, quien no encuentra un sentido a su vida, termina en el manicomio, muerto en vida, en depresión o en el suicidio. Es muy penoso encontrar a viejos, en los últimos días de su vida; que a lo largo de la vida nunca le dieron un profundo sentido a su vida. Trabajando en lo que les dijeron que tienen que trabajar o en lo que había, formando una familia porque era la tradición, con hijos que vinieron por añadidura, pero vacíos, sin un sentido a la vida arraigado en su corazón, en sus entrañas, en su piel. Muertos desde hace mucho tiempo en conciencia, filosofía y en el asombro de estar vivos, sino vivos porque tocaba, porque así era la vida. Es interesante ver a gente que tiene cáncer, o una enfermedad terminal, que se olvidaron que estaban vivos, pero, de repente, están casi obligados a darle un sentido profundo a sus vidas para vivir al máximo lo que les queda de vida. Sin embargo, nos olvidamos que cualquier día nos podemos morir. Cualquiera de nosotros. Eso es maravilloso. No saber cuándo nos va a tocar. Esa revelación de repente te hace despertar y de inmediato buscar en lo más profundo de tu corazón, de tu piel, de tu mente y hacer lo que te da la puta gana, eso que te emociona, que te embarga, eso que te alimenta el espíritu, tu humanidad, tu esencia, eso que finalmente, le dará un sentido profundo a tu vida. No es el Dinero, Ni el Éxito, Ni la Fama, Ni los Automóviles, Propiedades, que llegues a tener. No. Cuando estés en el lugar donde te toque morir, todo eso se quedará. Estarás a solas contigo mismo, en la última conversación y nadie podrá escapar de ese destino. Nadie. Ese sentido que te ayudará a enfrentar los últimos días de tu vida con Dignidad, sin Arrepentimientos. Dirás: hice lo que quise y me merezco la muerte porque viví, le di un sentido a mi vida.

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