Una vez alguien muy intoxicado en manuales universitarios políticos, a mando de los Dioses Marx, Engels, Che, Fidel, me dijo que yo no sabía nada de política. Mi reacción casi inconsciente fue reírme. Qué es lo que la gente quiere decir cuando tilda a alguien que no sabe nada de política, si cada vez que prendemos el televisor está dando la cantaleta, farándula, novela de nuestro país, del propósito, metas a alcanzar de algún político de turno. La gente está muy manipulada para adorar, detestar, de una manera idiota a los políticos. En ese sentido la política o se ama, o se odia, porque es un circo mediático, tanto para hacer buenas obras o malas, pero siempre es un circo, un entretenimiento para las masas, ya lo dijo Mario Vargas Llosa: La política saca a flote lo peor del ser humano. Es verdad, por la política desde el punto de vista mediático nos puede llevar a destruir amistades, relaciones, por un simple punto de vista político. Eso se vio, por ejemplo, en las últimas elecciones, la última decisión política del Ecuador entre Lenín Moreno y Lasso, en la cual la gente se peleaba a patadas, insultos, a lo Jaime Nebot con su famosa frase: Ven para mearte, insecto hijueputa. Por qué se pelea tanto por política, porque está en juego el presente, futuro de nuestras vidas, y elecciones y derechos y deberes que más nos convienen.
Cuando alguien te diga que no sabes nada de política, dile que Todos somos políticos, lo que pasa es que te gusta la farándula. Es verdad. Cómo comprobar esto, fácil porque es muy terrenal y divertido de explicarlo. Las grandes estructuras políticas de cada institución, deberes, derechos dentro de ellas, son eso, estructuras, sistemas en la que cada funcionario, presidente, secretario cumple funciones específicas y cada uno tiene mayor o menor peso político según su cargo y nivel de responsabilidad. Cada estructura política tiene un sistema, para su mayor funcionalidad, en el caso de los partidos políticos están las asambleas, congresos, el comité ejecutivo, la secretaría general y la presidencia. Cómo entramos los ignorantes en materia política a tomar decisiones para el bien común, el futuro de nuestra vida, y por consiguiente para el futuro de nuestro país y el mundo; pues bien, esa respuesta se la debe responder desde el origen de la estructura social y política que rige en casi todo el mundo: la familia.
David Cooper, el sociólogo sudafricano, en su manifiesto político y revolucionario La Muerte de la Familia, escrito en 1971, advierte que la familia es una estructura social en la cual se espejan los vicios, enfermedades como el egoísmo, el poder de las estructuras políticas del sistema capitalista y generan individuos con enfermedades mentales. En otras palabras, la política no está todavía evolucionada para llegar a una ontocracia, donde cada uno sea responsable del propósito de nuestra vida y seamos libres, como seres humanos sin coacción de la democracia, ni del Estado, sino de una libertad mayor, uno de los valores máximos a alcanzar en una política ideal. Allí radica la respuesta en la que todos somos políticos, porque el sistema de una estructura política antes mencionada, se espeja desde que nacemos; es decir que nuestro propósito, dirección de nuestra vida y el mundo, están en coacción con las decisiones de la vida política familiar: para ejemplificar que las formas de gobierno no están presentes en el Estado sino en la familia y en toda nuestra vida, comparemos las formas de gobernar con nuestra vida familiar:
Monarquía: Dónde se da la monarquía, con tu papito y mamita. Todos nacemos de ellos, a menos que seas un clon, y ellos nos crían a menos que seas un abandonado, estés en una comunidad extraña, o seas abducido por extraterrestres. Tu papá es el Rey, Tu mamá la Reina. Ellos deciden todo sobre lo que te ha de suceder desde que naces hasta los cinco años. Ellos te bautizan, te visten con el equipo de fútbol de su preferencia y te ponen un nombre horrible.
Feudalismo: Es cuando ya llegas a la escuela y te exigen los deberes y derechos a cambio de un techo y protección. Es cuando comienzas a pensar, pero tu madurez política y tu visión del mundo es aplastada por el Estado.
Dictadura: Es la etapa más dura, conocida como La edad de la punzada en México, La Edad del Burro en Ecuador, o La Edad de la Cebra por los Rayados. Tu propósito de vida y visión del mundo se expanden, por lo tanto sientes la coacción con más fuerza, quieres hacer lo que te da la gana, pero todavía sientes el peso del colegio. Allí conocerás a los peores dictadores, ellos son conocidos como profesores, que te exigirán unos estándares de calidad académicas no creados por su propia política de ontocracia, sino por poderes políticos omnímodos de los altos estamentos que rigen a la mayoría, se la conoce como democracia.
Democracia: Es la estructura política y manera de gobernar actual de inicios del siglo XXI, por lo tanto es de esperarse que tu vida en democracia comience a partir de tu mayoría de edad, alrededor de los dieciocho años, cuando eres considerado uno más de la maquinaria de consumismo, atribulaciones, y sobre todo, trabajo. En esta etapa, si no tienes la buena o mala suerte de que alguien te provea del sustento para sobrevivir, tienes que trabajar y ahorrar, si tienes otra vez suerte, hasta tu jubilación; los que no tienen jubilación, hasta su muerte. Aquí consigues a aliados democráticos, en lenguaje terrenal se llaman amigos, parejas, compañeros y por dialéctica se constituye una nueva familia democrática.
Ontocracia: Esta estructura política no existe en la actualidad, aunque algunos chiflados, videntes de la nueva conciencia, dicen que se va a dar luego de la caída del sistema capitalista. Ontocracia significa gobierno de los Seres Humanos. Aquí entra el estudio profundo de ti mismo, la filosofía, quién eres, hacia dónde quieres ir, por qué haces lo que haces, preguntas propias del Ser Humano; por dialéctica la ontocracia generará individuos que sean capaces de llevar a cabo su proyecto, su misión de vida, de corazón, para compartirlo con los demás y formar una nueva política de servicio en conjunto. La ontocracia está empezando a teorizarse en la nueva juventud desde manifestaciones interiores de rechazo al Estado, e incluso a la democracia, como por ejemplo Los Indignados, Podemos, y muchos otros movimientos políticos que nadie conoce ni conocerá, que si bien son democráticos porque vivimos en democracia, tienen esa chispa ontocrática.
Conclusión: Si alguien te dice que no sabes nada de política dile Todos somos políticos, lo que pasa es que te gusta la farándula.
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