lunes, 6 de julio de 2015

357) Una lectora nada común, Alan Bennett, 2007. La reina rebelde.


     Alan Bennet el escritor nacido de un carnicero nos trae una novela divertida y crítica con la sociedad de Las Majestades, Realezas y Reyes y Reinas. Precisamente relata la historia de la reina Isabel II de Inglaterra, una historia paralela, un universo paralelo en el cual la reina es una lectora voraz.
       ¿Qué pasaría si esta importante mujer se convierte en una lectora?, pues muchas cosas, porque en los círculos reales la lectura no estaba bien vista, mucho más que la reina estuviera leyendo, y cultivando su sentido crítico con la realidad que la rodeaba. Es este elemento "la afición literaria en la reina" es lo que hace divertida y crítica a la novela, porque desnuda una sociedad llena de ostentación, vaciedad y protocolo sin sentido. 
         La reina comienza a reflexionar mientras lee, se produce una transformación a lo largo de esta novela, no sólo de manera crítica sino de su forma de vivir sus actividades de reina:

Había adquirido la habilidad de leer y saludar con la mano al mismo tiempo, y el truco consistía en mantener el equilibrio por debajo del nivel de la ventana y mantener la mirada en él y no en la muchedumbre. 

      Pronto su afición a la lectura transforma sus actividades sociales, como declamar poemas en actos solemnes, o preguntar qué libro ha estado leyendo a muchos Grandes Señoras y Señoras de la Realeza, dejando en ridículo por su inutilidad para responder. La reina no se contentará con tan sólo leer y pronto pensará en escribir un libro. Quizá tarde, en sus vísperas de sus ochenta años, pero tendrá un as escondido bajo su manga para gritar su verdad al mundo. Una verdad que hará temblar a la Realeza y aplaudida por los rebeldes; porque ella descubrirá que la lectura la hará libre y rebelde de su misma condición de reina.




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