sábado, 20 de junio de 2015

358) Paul Auster 1999, Tombuctú. Perro y vagabundo.

      

      Se trata de la historia entre un perro y un vagabundo. El perro se llama Mister Bones, de una inteligencia y sensibilidad muy elevada, al llegar al punto que el perro pueda entender en cierta medida el lenguaje de William Gurevitch; quien es su primer compañero de viaje; él es un poeta excéntrico, que se vuelve un vagabundo medio chiflado después de ver en un comercial de televisión a Santa Clauss hablarle. 
      Una novela emocionante, con mucha ternura y dolor, en la cual los  estos personajes que recorrerán aventuras en los fríos inviernos de Brooklin. Mister Bones, es uno de aquellos personajes en los cuales Paul Auster entrelaza los sentimientos de los perros con los humanos, y esa sutil línea que los separa. Sin duda existe esa semejanza entre el personaje de William Gurevitch, que trata con todas sus fuerzas racionales e irracionales de entender qué era lo que sentía su cachorro Mister Bones, regalarle mucha confianza y darle toda su atención para investigarlo. Mister Bones no se apartará de su poesía, de aquella poesía callejera en cada basurero, resquicio de comida, olor de perro, huesos roídos, y de a poco llenará esa consciencia en la mítica Tombuctú, aquella metáfora de la variedad de humanos, asfalto, sensaciones, lenguaje que forman ese lugar de vagabundos, que sólo en el desafío de la luz, de un ladrido, del tráfico de la autopista se conocerá.





lunes, 1 de junio de 2015

359) La sangre erguida, 2010, Enrique Serna. La viagrafía de tres personajes.



Aquel torrente quieto de dulzuras
que el fuego quiso devorar
aquella sangre erguida delante del abismo...
Juan Rejano.

     Una novela erguida. Novela que traspasa y perfora asuntos de la sexualidad masculina. Son tres personajes obsesionados con el sexo y las mujeres y con su miembro viril. Son tres personajes: el mexicano Bulmaro . quien sostiene interesantes pláticas con su miembro viril, como si fuera un ser pensante, de hecho el único que tiene voluntad propia en el cuerpo. El mexicano se ve arrastrado hacia Barcelona, dejando mujer e hijos, por una caderona dominicana, la irresistible y fogosa Romelia. Bulmaro Díaz se verá casi en la ruina económica por seguirle los caprichos a su mujer, que se vuelve de a poco dependiente de los caprichos de su pene y de seguir gozando el cuerpo de Romelia. Llegará al punto de verse obligado a vender viagra para susituir su falta de dinero para complacer los caprichos de su mujer. Bulmaro Díaz es, a mi juicio, el personaje más importante de la novela, el principal, el héroe de las miserias y lujos del pene, además sirve de enlace con otros dos personajes que le dan catadura al libro: el catalán Ferrán Miralles y el argentino, actor porno cuarentón Juan Luis Kerlow.  El catalán tiene una historia triste, quizá la más miserable de los tres, porque ha llegado virgen a los cuarenta y siete años y no ha probado mujer debido a su impotencia, al miedo al fracaso, por ello será un cliente asiduo del mexicano Bulmaro Díaz, así que se vuelve adicto a esa pastilla cuando ya tiene por fin la oportunidad de llevar mujeres a la cama. De hecho en la página 305, en una de sus confesiones Ferrán Miralles declara:

    He dejado reposar este cuaderno un mes, porque me faltaba coraje para escribir el capítulo final de mi biografía, ¿o debería llamarle viagrafía?

     No sólo es la viagrafía de Ferrán Miralles, sino de tres personajes. Bulmaro Díaz la vende. Ferrán Miralles la prueba con desesperación, al igual que el actor porno Juan Luis Kerlow. El actor porno la prueba en el declive de su carrera cuando ya no se le para en una película porno. Ya no tiene la sangre erguida porque se conoce el amor, debido a ello será la última angustia del actor porno, combatir con él y llegar hasta las últimas consecuencias decidiendo a dejar la promiscuidad o el amor. 

    La novela no se detiene nunca. Está siempre levantada, ofreciendo aventuras y eslabones que unen tres historias de una manera fuerte, pero a la vez muy etérea, con poesía. Tiene humor y el coraje de lanzarse a describir las peores guarradas con un ingenio picaresco.